BRAD PITT ES RÁPIDO Y FURIOSO [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Valentino Rossi, Dani Pedrosa, Casey Stoner y el fallecido Marco Simoncelli son los protagonistas de 'Hitting the Apex', un documental que, tras pasar fugazmente como proyección evento en algunos cines europeos, salió a la venta en DVD y Blu-ray además de estar disponible en Movistar. El Fan Page 'Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica' habló con su productor y narrador, Brad Pitt
¿Qué te llevó a producir el documental 'Hitting the Apex'?
En el origen de todo está mi pasión por las motos. El mundial de Moto GP es el lugar perfecto para ver estas máquinas llevadas hasta el límite. El círculo se cierra con los pilotos, que hacen sobre las motos cosas que ningún otro hombre puede hacer. También me interesa la relación entre el piloto y su equipo. Antes de cada carrera, Moto GP es un deporte de equipo, pero en cuanto el semáforo se pone en verde, se convierte en una batalla entre gladiadores que luchan entre sí y contra sí mismos.
El documental captura la fiereza de la competición, la épica de los pilotos y la belleza del deporte.
Con Mark Neale, el director de la película, queríamos cubrir tres ámbitos. Primero, la formación de los pilotos, con las escenas en las que los vemos de niños conduciendo sus minimotos. Luego está la mitología personal de cada piloto, un aura especial que lo conecta a sus fans. Y por último queríamos reflejar del delicado equilibrio entre el peligro y la belleza de este deporte, donde el éxito y la destrucción están separados por un hilo finísimo.
¿Por qué decidieron centrar la película en los últimos años del mundial de Moto GP?
Fue idea de Mark y creo que dio en el clavo. Estamos viviendo un periodo apasionante en la historia del mundial. Hay tanto talento sobre la pista... ¡y van más rápido que nunca! Cuando veo a estos pilotos pienso en las carreras que he visto en video de finales de los 80 y principios de los 90, cuando tenías a Eddie Lawson, Wayne Rainey, Kevin Schwantz y luego la llegada de Mick Doohan. Los últimos años han sido de película: el bache de Valentino Rossi en Ducati, la eclosión de Marc Márquez...
¿Y en qué momento nació tu pasión por Moto GP? ¿Con el final de la era dominada por Doohan?
Mis primeros recuerdos son justamente de Doohan, aunque Moto GP no se convirtió en una religión para mí hasta la llegada de Rossi. Su carisma y talento me atraparon por completo. Desde entonces, creo que no me he perdido ninguna carrera. Y este año la cosa está que arde. El duelo entre Rossi y Jorge Lorenzo, que es otro piloto impresionante, promete ser un festival.
Más allá de las carreras, ¿cómo surgió su pasión por las motos?
Mi padre se aficionó a las motos siendo un chico y yo crecí en el Medio Oeste americano, un lugar lleno de campos vacíos por los que conducía con dirt bikes (motos de cross). Empecé llevando una Honda 50 de cross que tenía un tanque de gasolina con forma de misil (risas).
He leído que tienes una colección impresionante de motos. ¿Tienes alguna réplica de las máquinas de Moto GP?
Pues no, pero me encanta ir a los circuitos y subirme a esas máquinas. ¡Es el subidón más grande que te puedas imaginar! Hay un antes y un después de la primera vez que pliegas una de esas motos en una curva y tocas el suelo con la rodilla. ¡Buff!
Hace años Michael Fassbender contó, en una entrevista en Venecia, que estaba haciendo ruta por toda Europa con su padre, de Irlanda a San Sebastián...
¡Sí! Coincidí con él en el Festival de Sarajevo durante aquel tour en moto de Michael (ambos se conocieron en el rodaje de 'Inglorious Basterds').
¿Has hecho algún viaje de ese tipo? Se cuenta que tienes motos aparcadas en muchos países.
Me gusta hacer ruta de vez en cuando, sobre todo combinar viajes por carretera y por caminos de todo terreno, un poco al estilo Ewan McGregor, con una BMW. Por otra parte, al principio de mi carrera de actor, solía comprarme una bicicleta cada vez que me iba de rodaje por alguna parte del mundo. Cuando terminaba el trabajo, dejaba la bicicleta escondida en algún sitio con un candado puesto. Y cuando he tenido la oportunidad de volver a aquellos lugares, he ido en busca de mis bicicletas... ¡pero nunca están! (risas). Ahora voy en moto a los rodajes, pero no siempre en plan lujoso. Filmamos 'By the Sea' en Malta, en una bahía muy pequeña, y me hice de un ciclomotor para ir por los caminos de tierra.
¿Y cuál es el lugar más impresionante en el que has conducido una moto?
Hice un viaje solo por las islas escocesas y es de lo más bonito que he visto. Tengo una larga lista de lugares que me gustaría recorrer en moto. Aunque, hablando de experiencias extraordinarias, una vez estábamos en Qatar con mi esposa (Jolie) y nos dejaron conducir, de noche, por el circuito que tienen allí, los dos en la misma moto. ¡Fue demasiado, indescriptible!
¿Han heredado tus hijos su afición por las motos? Quizás aún son demasiado pequeños (sus gemelos Vivienne Marcheline y Knox Léon tienen 7 años).
¡Que va! Ya andan todos en moto. Empezaron cuando tenían 4 o 5 años con las Yamaha 50, que son especiales para niños, y luego se pasaron al modelo 80, que tiene cambios. Es muy divertido verlos, ¡son muy intrépidos!
Deben dar un poco de respeto verlos por ahí andando a tope en sus motos.
Creo que mamá es la que lo pasa peor.
Varios actores, como Leonardo DiCaprio o Patrick Dempsey, han fundado equipos de deportes de motor. ¿No te ha tentado la idea?
Marcamos el teléfono y al otro lado de la línea una voz familiar se presenta: "¿Hola? Soy Brad Pitt". ¡Shock! Ni agentes de prensa, ni asistentes. Pitt contesta personalmente a 'Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica' con ganas de conversar sobre el documental que acaba de producir: 'Hitting the Apex', una vibrante crónica de los últimos años del mundial de Moto GP. Amable y expresivo, Pitt se muestra encantado de charlar sobre todo lo relacionado con el mundo de las dos ruedas: su primera moto, las bicicletas que perdió, sus viajes a lo Ewan McGregor y la pasión por sus hijos biológicos y adoptados. Un Pitt íntimo, apasionado, desenfadado y very cool.
¿Qué te llevó a producir el documental 'Hitting the Apex'?
En el origen de todo está mi pasión por las motos. El mundial de Moto GP es el lugar perfecto para ver estas máquinas llevadas hasta el límite. El círculo se cierra con los pilotos, que hacen sobre las motos cosas que ningún otro hombre puede hacer. También me interesa la relación entre el piloto y su equipo. Antes de cada carrera, Moto GP es un deporte de equipo, pero en cuanto el semáforo se pone en verde, se convierte en una batalla entre gladiadores que luchan entre sí y contra sí mismos.
El documental captura la fiereza de la competición, la épica de los pilotos y la belleza del deporte.
Con Mark Neale, el director de la película, queríamos cubrir tres ámbitos. Primero, la formación de los pilotos, con las escenas en las que los vemos de niños conduciendo sus minimotos. Luego está la mitología personal de cada piloto, un aura especial que lo conecta a sus fans. Y por último queríamos reflejar del delicado equilibrio entre el peligro y la belleza de este deporte, donde el éxito y la destrucción están separados por un hilo finísimo.
¿Por qué decidieron centrar la película en los últimos años del mundial de Moto GP?
Fue idea de Mark y creo que dio en el clavo. Estamos viviendo un periodo apasionante en la historia del mundial. Hay tanto talento sobre la pista... ¡y van más rápido que nunca! Cuando veo a estos pilotos pienso en las carreras que he visto en video de finales de los 80 y principios de los 90, cuando tenías a Eddie Lawson, Wayne Rainey, Kevin Schwantz y luego la llegada de Mick Doohan. Los últimos años han sido de película: el bache de Valentino Rossi en Ducati, la eclosión de Marc Márquez...
¿Y en qué momento nació tu pasión por Moto GP? ¿Con el final de la era dominada por Doohan?
Mis primeros recuerdos son justamente de Doohan, aunque Moto GP no se convirtió en una religión para mí hasta la llegada de Rossi. Su carisma y talento me atraparon por completo. Desde entonces, creo que no me he perdido ninguna carrera. Y este año la cosa está que arde. El duelo entre Rossi y Jorge Lorenzo, que es otro piloto impresionante, promete ser un festival.
Más allá de las carreras, ¿cómo surgió su pasión por las motos?
Mi padre se aficionó a las motos siendo un chico y yo crecí en el Medio Oeste americano, un lugar lleno de campos vacíos por los que conducía con dirt bikes (motos de cross). Empecé llevando una Honda 50 de cross que tenía un tanque de gasolina con forma de misil (risas).
He leído que tienes una colección impresionante de motos. ¿Tienes alguna réplica de las máquinas de Moto GP?
Pues no, pero me encanta ir a los circuitos y subirme a esas máquinas. ¡Es el subidón más grande que te puedas imaginar! Hay un antes y un después de la primera vez que pliegas una de esas motos en una curva y tocas el suelo con la rodilla. ¡Buff!
Hace años Michael Fassbender contó, en una entrevista en Venecia, que estaba haciendo ruta por toda Europa con su padre, de Irlanda a San Sebastián...
¡Sí! Coincidí con él en el Festival de Sarajevo durante aquel tour en moto de Michael (ambos se conocieron en el rodaje de 'Inglorious Basterds').
¿Has hecho algún viaje de ese tipo? Se cuenta que tienes motos aparcadas en muchos países.
Me gusta hacer ruta de vez en cuando, sobre todo combinar viajes por carretera y por caminos de todo terreno, un poco al estilo Ewan McGregor, con una BMW. Por otra parte, al principio de mi carrera de actor, solía comprarme una bicicleta cada vez que me iba de rodaje por alguna parte del mundo. Cuando terminaba el trabajo, dejaba la bicicleta escondida en algún sitio con un candado puesto. Y cuando he tenido la oportunidad de volver a aquellos lugares, he ido en busca de mis bicicletas... ¡pero nunca están! (risas). Ahora voy en moto a los rodajes, pero no siempre en plan lujoso. Filmamos 'By the Sea' en Malta, en una bahía muy pequeña, y me hice de un ciclomotor para ir por los caminos de tierra.
¿Y cuál es el lugar más impresionante en el que has conducido una moto?
Hice un viaje solo por las islas escocesas y es de lo más bonito que he visto. Tengo una larga lista de lugares que me gustaría recorrer en moto. Aunque, hablando de experiencias extraordinarias, una vez estábamos en Qatar con mi esposa (Jolie) y nos dejaron conducir, de noche, por el circuito que tienen allí, los dos en la misma moto. ¡Fue demasiado, indescriptible!
¿Han heredado tus hijos su afición por las motos? Quizás aún son demasiado pequeños (sus gemelos Vivienne Marcheline y Knox Léon tienen 7 años).
¡Que va! Ya andan todos en moto. Empezaron cuando tenían 4 o 5 años con las Yamaha 50, que son especiales para niños, y luego se pasaron al modelo 80, que tiene cambios. Es muy divertido verlos, ¡son muy intrépidos!
Deben dar un poco de respeto verlos por ahí andando a tope en sus motos.
Creo que mamá es la que lo pasa peor.
Varios actores, como Leonardo DiCaprio o Patrick Dempsey, han fundado equipos de deportes de motor. ¿No te ha tentado la idea?
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