[LA NAVAJA DE DON JUAN] ENTREVISTA A JC MONTOYA: “EL POLÍTICO NACE MUERTO PORQUE EL ARTE ES LO ÚLTIMO DE LO QUE SE OCUPA”
El protagonista de ‘La Navaja de Don Juan’
nos revela lo más interesante de esta nueva película peruana que se estrena
este 24 de septiembre. Explica por qué cree que los políticos “nacen muertos”,
critica la actual farándula peruana y remarca que el éxito no es el camino de
la felicidad
Escribe:
Alejandra Pato Villena / Diario Expreso
La
primera vez que lo vi fue en una tienda de discos por la que paso regularmente.
Él preguntaba por el disco ‘Closer’ de ‘Joy Division’. El motivo para entablarle
una conversación entonces ya estaba rendido, mas confieso que la idea me
desagradaba porque no sabía si me vería como una lanzada o me tomaría como
alguien de su bando. El sombrero que le colgaba en la espalda (que supongo no
lo usaba en la cabeza porque estábamos bajo techo) y esas largas piernas flacas
me animaban a darle un alcance pero su semblante amargado (que ahí no conocía,
pero que luego me di cuenta de que era constante) me retraían a evitar cometer
un pelmazo sin reparo.
“Yo
tengo ese disco. Es muy depresivo pero muy inspirador.” Luego de que
pronunciara esa frase todo fluyó con la mejor de las intenciones por parte de
ambos. Me alivió saber que todo lo que había estado pensando en esos pocos
segundos que él estaba en la tienda no fue en vano y, sobretodo, que no había
sido en vano pasar regularmente por esa tienda de discos. Luego seguimos
hablando del disco que buscaba pero que no encontró ahí. Supe que era muy
admirador de Ian Curtis y eso hizo que el flaco me agradara aún más. Luego
encontré similitudes en su manera de vestir con el astro del synth rock inglés
y así tuvimos muchas más cosas de qué conversar.
Así
conocí al que ahora es el protagonista de ‘La Navaja de Don Juan’, película grabada
en tierras incas pero de producción norteamericana que llega por primera vez al
Perú, este 24 de septiembre, para exhibirse a nivel nacional.
La
tentación de realizarle una entrevista no fue calmada por nada desde que me
enteré que la película por fin sería estrenada en Perú. No es nada complicado
pactar una entrevista con él si se cumple con su única exigencia: Nunca bajo el
sol. Nunca al aire libre ni aunque el día esté nublado. Me explica la razón:
“Mucho tiempo después de saber que la padecía supe sobre su nombre médico. Fotofobia.
No es realmente la palabra adecuada ya que no es que el sujeto que padece esta
condición le tenga miedo a la luz sino que no la tolera. Mis ojos son muy
sensibles a la luz y a casi todo. Al grabar la película me era muy difícil
ponerme los lentes de contacto por este motivo (el personaje debía tener los
ojos verdes bien claros) y al final decidieron enviar las imágenes a Londres
para pintarlos digitalmente”.
Los
ojos de JC son color ‘pure hazel’, pero me demoré en notarlo ya no suele
abrirlos ampliamente (para que no le entre mucho la luz, supongo) y no se notan
bien en la oscuridad. Y como a él no le gusta andar en la luz, pues, ni modo.
No se notan pero son.
“JC,
que se pronuncia fonéticamente en inglés ‘yei ci’, es, obviamente, el
diminutivo de Juan Carlos. Tom Sanchez (el director) y su staff de producción
(Julie Etheridge y Benjamin Wilkins) son americanos y la fotógrafa (Nicola B.
Marsh) es inglesa y hablan el español como su segundo idioma. Los americanos
tienen una cultura muy práctica y todos
los nombres se cortan. También, en el Festival de Austin, en el que
participamos, todos me decían JC y así quedó ese como mi nombre artístico. Para
la comodidad del público que es siempre lo principal que tiene todo artista.”
Me explica así su crédito en el trailer.
¿Qué
cosas aprendiste protagonizando ‘La Navaja de Don Juan’?
“Suelo
aprender muy rápido todo lo que se cruza en mi camino, menos las matemáticas. Si
se trata de una cuestión artística o humana, el aprender sobre ello se me
facilita bastante. Esta es la primera película que hice y estoy seguro que lo
que aprendí fue, justamente, a ‘hacer una película’. Conozco mucha gente que no
puede cargarse una película entera al hombro y eso es, justamente, lo que
significa protagonizar un filme. Mi rapidez mental me hizo poder hacer eso y no
oculto eso de ninguna manera. Todo cineasta dirá que lo más importante de una
producción fílmica es el guión y decir eso es lo más correcto, pero hay que
saber que si se tiene un protagonista que no está a la altura, por más que
tengamos un guión de Charlie Kaufman y a Scorsese como director, la película no
puede funcionar si las interpretaciones no están a la altura. Por ejemplo,
‘Almoust Famous’ es una excelente película y me ha inspirado mucho, pero
siempre consideré que Cameron Crow debió contratar a otro actor para el rol protagónico.
Casos así en el mundo se han dado en cantidad.”
Te
he escuchado decir que no te consideras un actor sino un artista, ¿mantienes
esa idea?
“Sí.
De hecho esa frase podría considerarse como una extravagancia pero la mantengo
para poder calificar mis acciones con más exactitud. Actuar en una película, en
una serie o en el teatro te hace ser calificado técnicamente como actor, pero
eso no significa que seas un artista. Interpretar es un arte pero no todos los
intérpretes son artistas. Lo mismo sucede con la literatura, la música, la
pintura, el deporte, la arquitectura, etc. Ahora, eso no quiere decir que no se
pueda ser buenísimo en algo sin ser un artista. Vargas Llosa es el mejor
escritor vivo del país pero ni en 100 años podrá ser un artista”.
¿Es
entonces el arte más importante que, por ejemplo, la política?
“Siempre
he pensado que si el arte no lo era todo, no era nada. Es decir, si para un
individuo el arte no lo es todo, entonces, para él, al arte es nada; luego esa
vida no valdría la pena ser vivida. El político, entonces, nacería muerto, ya
que, en la época actual, el arte es lo último de lo que se va a ocupar, ya que la
finalidad del arte no es, ni por asomo, redituar ganancias monetarias ni
ofrecer puntos bonus a bandos partidarios. Y cuando digo todo pienso que el
arte debe darnos no sólo una representación del mundo, sino también que debía
de ser un estímulo a la acción, valiéndose de sus aspectos críticos. Lograr lo
que estoy diciendo es una tarea dificilísima, que, sostengo, sólo un artista
completo lo puede hacer”.
JC
no habla como escribe. He leído los cuentos que publicó en su blog y su
lenguaje es mucho menos rico que su escritura. Para escribir las líneas de esta
entrevista tuve que condensar y arreglar sus frases, eliminar muletillas y
cosas de más para entender mejor su filosofía. Sin embargo, mi opinión personal
remarca que cuando él escribe pareciera que un ángel viene y le toca la frente.
¿Qué
esperas conseguir con ‘La Navaja de Don Juan’?
“Espero
que sea muy vista por el público y escuchar qué es lo que la gente piensa de
nuestra obra. Yo sé absolutamente todo lo que hice y lo que el director y todo
el reparto que me acompaña hicieron, pero sé que eso es sólo una parte de la
obra. Las demás calificaciones que la gente va a hacer es lo que, ahora, me
interesa conocer. Y para eso, mientras más gente la vea, será mucho mejor”.
Antes
de entrar a la cafetería en la que estábamos habíamos andado un rato
mimetizándonos entre la gente. Noté que las chicas en la calle lo miran mucho
pero no es por él, es por su look estrambótico, al menos eso es lo que quiero
pensar. No es común ver a alguien así andar por ahí porque se ve muy diferente
al resto. El resto de la entrevista la uso para conocer sobre la película en
cuestión y, al preguntarle sobre el éxito posible que tendría su debut
cinematográfico, me remarca: “El éxito puede llegar o puede no llegar. Además,
aunque llegue, sé que ese no es el camino a la felicidad. El camino del éxito
lleva sólo a tener más éxito. Mira a Mickael Jackson que tuvo todo el éxito del
mundo pero si analizamos su vida podríamos llegar a ni siquiera encontrar un
solo día entero en el que fue feliz. Encima de eso, en el negocio del cine y de
la televisión no hay nada seguro y es muy difícil visionar algo. Sabes que los
productores de ‘Asu Mare’ pensaban que con su comedia conseguirían un millón de
dólares en la taquilla y terminaron recaudando más de 11 millones. Y hay otras
producciones que presagiaban una gran taquilla pero no consiguieron ni para
cubrir los gastos de producción”.
Háblame
sobre cómo es que llegas a dominar la técnica que usa para actuar, si es que
usas alguna.
“Más
bien uso una mezcla de varias técnicas. Diré que nunca tomé como un hobbie ni
siquiera la primera lección de teatro que recibí en un taller nacional. Pero
siempre quise perfeccionar mi técnica. Así tomé lecciones con un maestro
español llamado Mel Rocher. Luego, viajé a Argentina para estudiar el método
Strasberg y en Texas tuve como maestro a Terry Kyser, que fue alumno de
Strasberg también y lo que más me gustó fue escuchar las anécdotas que este
hombre contaba sobre las enseñanzas del gran profesor. Y hace poco asistí a un
taller de Michelle Danner. Pero, al final todo eso resulta muy aburrido para la
audiencia así que procuro hablar poco de eso. Pienso que al público sólo le
interesa lo que se vea por la pantalla y a los realizadores también. Una vez
escuché a Werner Herzog decir que no importaban los entretelones de las
producciones, sean cosas positivas o negativas, porque lo único que importaba
era lo que se vería luego en la pantalla. Y, luego de meditar tal cosa por un
rato, creo que como realizador también pensaría lo mismo. Aunque, que los
artistas sean bonitos sí que cuenta para la taquilla, por lo menos en estas
épocas”.
¿Qué
opinión te merece las declaraciones que hiciera Reynaldo Arenas, en alusión a su
propia compañera de reparto, Milett Figueroa, sobre que ‘ser bonito no basta’?
JC
no ríe sinceramente con esta pregunta, sino que sonríe maliciosamente. Como
alguien que acaba de recibir una indirecta y sólo él mismo se ha dado cuenta.
Hasta mira para un costado de la cafetería en la que ahora estamos. Cruza su
mirada con la de una chica de shorts bien cortos y pegados y cabello rizado que
lo estaba mirando desde hace rato sin que él se diera cuenta.
“Depende
de lo que significa para el individuo el éxito. Si para alguien, el hecho de
ser bonito o bonita es el éxito, entonces ya bastó. ¿Pero suena muy ridículo
que eso pueda suceder, no? Yo me río cuando alguien dice en televisión: ‘Felizmente
tengo mucho trabajo’, o ‘Estoy feliz’ porque son frases que se arreglan ellos
mismos para disimular su escases de talento. Ellos no pueden pelear diciendo: ‘Mis
discos no sólo se escuchan aquí sino también en Europa’ o ‘Yo soy un campeón de
Copa Libertadores y jugué dos mundiales’. Pelearse con tipos que puedan decir
cosas como esas está bien jodido, ¿no? Pero, ¿pelearse con estos? Se convierte todo
en un chiste social. No es que la televisión peruana esté totalmente jodida. En la televisión actual hay muy pocas cosas
que ver y
no ayuda en nada que salgan cosas como cuando los personajes televisivos creen
que ser farandulero o conducir un programa de chismes es un tipo de talento. No
me imagino a las almas en el cielo antes de nacer y al creador preguntándoles:
‘Tú, ¿qué talento quisieras tener en la tierra? Y el alma responda: ‘Quiero ser
animador farandulero’, o que otro diga: ‘Yo quiero ser conductor de programa de
chismes por televisión’. ¡Qué ridículo! Para eso no se necesita talento, para
eso se necesita tener cara de palo nomás y ya está. Pero es lo que tenemos
ahora en el país y lo que nos ha tocado vivir. Aunque yo sé que soy bonito y
espero que eso sea suficiente”.
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