EL DROP: EL TRUCO DEFINITIVO PARA QUE LA CHAQUETA TE QUEDE PERFECTA [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
Se trata de una medida internacional de sastrería que, se podría decir, hace magia
Antes de comenzar a leer, debemos avisar de que vamos a adentrarnos en un nivel avanzado de sastrería. No es complicado lo que viene a continuación, pero sí requiere que conozcas de antemano cómo debería quedar la chaqueta de un traje (encajada en los hombros, largo de mangas correcto, botón bien colocado y faldón en su medida justa para balancear las proporciones). Una vez que tenemos claros todos estos conceptos, vamos con el truco final para que el saco quede estampado en el cuerpo: el drop.
Se trata de una medida internacional de sastrería que, se podría decir, hace magia. Que no te ponga nervioso su denominación, porque es más sencillo de lo que parece: el drop es la diferencia que hay entre el contorno de pecho y el contorno de cintura (medida justo por debajo del ombligo y pasando por el coxis). El resultado de esa diferencia será el drop, que según las medidas estándar (y lo que encontrarás en los trajes de fabricación en cadena) estará entre el 6 y el 8.
El 6 es el más común, perfecto para siluetas tanto estilizada como más corpulentas. En este caso, las personas más espigadas apenas necesitarán arreglos. Sin embargo, las más corpulentas deberán hacer uso de pinzas la altura de la cintura para compensar el exceso de tela central, perfilar la silueta masculina y evitar una efecto visual similar al de un bloque rectangular.
El 8 lo veremos sobre todo en siluetas sartoriales más pegadas al corte skinny, puesto que la reducción de proporciones entre el pecho y la cintura son mucho mayores para conseguir ese efecto estrecho. En este caso, las siluetas más favorecidas serán las más delgadas, puesto que al haber mayor diferencia entre ambas medidas, potenciará la amplitud de hombros. Sin embargo, si esto lo aplicaramos en una figura más corpulenta (véase el caso del típico cuerpo de gimnasio con hombros amplios y caderas estrechas), no haríamos más que acentuar las descompensaciones entre la parte superior e inferior, por lo que es recomendable optar por un estándar 6 y rematar con pinzas de forma sutil.
En el caso excepcional de necesitar un drop diferente, recurriremos a un sastre, que será el encargado de balancear estas medidas.
Antes de comenzar a leer, debemos avisar de que vamos a adentrarnos en un nivel avanzado de sastrería. No es complicado lo que viene a continuación, pero sí requiere que conozcas de antemano cómo debería quedar la chaqueta de un traje (encajada en los hombros, largo de mangas correcto, botón bien colocado y faldón en su medida justa para balancear las proporciones). Una vez que tenemos claros todos estos conceptos, vamos con el truco final para que el saco quede estampado en el cuerpo: el drop.
Se trata de una medida internacional de sastrería que, se podría decir, hace magia. Que no te ponga nervioso su denominación, porque es más sencillo de lo que parece: el drop es la diferencia que hay entre el contorno de pecho y el contorno de cintura (medida justo por debajo del ombligo y pasando por el coxis). El resultado de esa diferencia será el drop, que según las medidas estándar (y lo que encontrarás en los trajes de fabricación en cadena) estará entre el 6 y el 8.
El 6 es el más común, perfecto para siluetas tanto estilizada como más corpulentas. En este caso, las personas más espigadas apenas necesitarán arreglos. Sin embargo, las más corpulentas deberán hacer uso de pinzas la altura de la cintura para compensar el exceso de tela central, perfilar la silueta masculina y evitar una efecto visual similar al de un bloque rectangular.
El 8 lo veremos sobre todo en siluetas sartoriales más pegadas al corte skinny, puesto que la reducción de proporciones entre el pecho y la cintura son mucho mayores para conseguir ese efecto estrecho. En este caso, las siluetas más favorecidas serán las más delgadas, puesto que al haber mayor diferencia entre ambas medidas, potenciará la amplitud de hombros. Sin embargo, si esto lo aplicaramos en una figura más corpulenta (véase el caso del típico cuerpo de gimnasio con hombros amplios y caderas estrechas), no haríamos más que acentuar las descompensaciones entre la parte superior e inferior, por lo que es recomendable optar por un estándar 6 y rematar con pinzas de forma sutil.
En el caso excepcional de necesitar un drop diferente, recurriremos a un sastre, que será el encargado de balancear estas medidas.
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