[CRÍTICA DE ‘CANTINFLAS’] CONFIRMADO: HACER UN BIOPIC DE CANTINFLAS ES COMO HACER UN BIOPIC DE JESUCRISTO
Una
cosa es hacer una parodia de Cantinflas y otra cosa es interpretar al mimo por
excelencia de la entera nación mexicana. El mismo Oscar Jaenada ha declarado,
ante las innumerables entrevistas que los medios centroamericanos le han hecho,
que él, literalmente, temblaba de miedo cuando se ponía frente a la cámara para
interpretar al ícono más importante de la historia artística del país azteca.
Nadie
se va a poner exigente cuando se trate de ver la interpretación de un hombre
que fue tan amado por un país entero. Es natural que, al saberse que nadie va a
poder igualársele siquiera, se entre en un estrés tan fuerte del cual no se
pueda uno librar. Jaenada se nota tenso en varias escenas de la película. En
las escenas en las que actúa de tenso (o sea, cuando Cantinflas hace sus
inicios en las carpas) se disimula, pero en las demás, se nota. Uno se
acostumbra a la tensión del actor y la asimila. No representa un problema en la
interpretación (¡gracias al cielo!) y parece que la suerte acompaña a Jaenada
en este punto.
Cuando
Cantinflas actuaba parecía estar más relajado que un gato sobre un televisor de
transistores encendido durante seis horas seguidas. Cuando Jaenada actuaba
parecía saber que si no lo hacía bien lo iban a mandar a la silla eléctrica. Y
es que representar a quien ahora está sentado junto a Villa, Zapata, Carranza y
Kahlo debe ser el reto más difícil de la vida de cualquiera, y sobre todo si no
es mexicano.
Pasando
este punto lo demás corre y fluye como ningún biopic ha sabido hacerlo hasta
ahora. ‘Cantinflas’ tiene una duración de casi dos horas pero cuando acaba
parece que no han pasado ni los primeros 60 minutos y sorprende como nunca se
ha hecho antes. Se entiende que una vida tan extensa y con tanto qué contar,
como fue la del astro rey de la comicidad mexicana, no se puede resumir en dos
horas de filme. El resultado es un sabroso entremés de lo que fue la
interesantísima vida del cómico de la gabardina, con pequeños guiños a sus
peleas con el sindicato de actores, sus tormentos familiares, su lucha contra
su propia fama y su propia soberbia. Se queda una con las ganas de querer ver
más y más pero las dos horas se hacen poquísimas. Pero, ¿no es acaso mejor eso?
¿Cuántas veces hemos ido al cine y hemos deseado que ya se acabe la película?
Con la producción de Sebastián del Amo eso no sucederá.
La
película tiene un punto de vista americano. Tal vez no se debió centrar la
salvación de Mario Moreno en ‘La Vuelta al Mundo en 80 Días’ ya que esa no es
la película más memorable para los latinoamericanos, tal vez faltó hablar más
sobre la leyenda. De todos modos la película no deja de ser de un nivel
excelente. Imitando bien el inglés bien hablado de esa época, aunque haciendo
muy notorio las ediciones de voz en off de Jaenada, pero resaltando bien cada
momento memorable que el ícono vivió en su paso por este mundo. El nacimiento
de la leyenda sí está en la pantalla, lo que no está es el continuismo de ésta.
La
trama hace ver cómo nace cada leyenda. El traje desgarbado, el momento en que
se enamora de su esposa, los primeros trabajos en donde es poco apreciado, las
peleas con Medel, las poses que lo hicieron famoso y el origen de la soberbia.
Lo malo es que es tan poco tiempo el que se tiene y hay tanto que aprovechar
que no alcanza. Las cosas nombradas llegan a mostrarse pero se dejan ahí, como
para que alguien las agarre y haga lo que quisiera con ellas, como esperando
una segunda parte que nos muestre todo lo que nos ha faltado ver (que bien
podría ser mucho más de lo que la película nos ha mostrado hasta ahora).
LO
BUENO:
Oscar
Jaenada (a pesar de estar más tenso que una definición por penales).
La
dirección de arte.
El
regalo del director que le da al público la oportunidad de ver el baile que se
manda Cantinflas en ‘El Bolero de Raquel’ interpretado otra vez por nuevos actores.
La forma en que ‘Cantinflas’ de autoadjudica el
papel de Passepartout.
Poner en pantalla el mural que le hicieron a
Cantinflas en el Teatro de los Insurgentes
fue la mejor decisión del mundo.
LO
MALO:
La
película muestra dos historias, la de Michael Todd y la de Cantinflas. La
historia de Michael Todd es bien contada, Está perfecto. Lo que sucede es que
el público va a ver la historia de Cantinflas y no la de Michael Todd. En
apariencia, se crea la ilusión de que la historia de Michael Todd estorba a la
de Cantinflas. No está nada mal en el esquema del guión, lo que pasa es que Cantinflas
opaca todo lo que se va a ver en la pantalla. Y no es ni siquiera la interpretación
de Jaenada lo que hace que esto suceda, sino el recuerdo del mito azteca. Uno
ve las escenas y ve en su cabeza el recuerdo de la historia del astro mexicano
y el recuerdo que se tiene opaca lo proyectado en la pantalla.
Únete al Fan Page: www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas
Comentarios
Publicar un comentario