EL LADO OSCURO DE CANTINFLAS QUE LA NACIÓN MEXICANA NO QUIERE QUE CONOZCAS [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]

Cantinflas, cuyo nombre completo fue Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, es tal vez el mexicano más conocido a nivel mundial, incluso el mismo Charles Chaplin, cuando le preguntaron que quién, en su opinión, era el mejor comediante del mundo, contestó que Cantinflas. Así él llegó a ser, sin duda, un gran personaje de la historia mexicana y el símbolo mexicano del cine por excelencia.

El que alguna vez quiso ser boxeador y médico (era estudiante de Medicina en la UNAM), Mario Moreno Reyes, era mucho menos simpático que su personaje Cantinflas, según algunas versiones. Sin embargo (como todos los seres humanos) tenía aspectos oscuros en su vida y que son poco conocidos y que te trae en este informe el Fan Page 'Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica
'.


1. Selección racista en su reparto


Este tema se ha tocado mucho ya que en prácticamente todas sus películas tenía como compañera de historia a alguna actriz no necesariamente con "rasgos nativos", cosa que él siempre desmintió pero que fueron siempre una constante muy notoria en las películas.


2. Caprichoso a la hora de filmar

Esto es algo que muchos actores, directores y productores dijeron de él. Por ejemplo, Farnesio de Bernal, compañero de Moreno en muchos filmes, decía: "Preparaba mis escenas y luego él me las quitaba de un modo muy feo. Cantinflas era un antipático. Cantinflas era mala persona, y eso no sólo lo digo yo".


La escritora Guadalupe Loaeza asegura: "Cantinflas era una persona que vivía en constante contradicción. Era un hombre que mundanamente no era simpático, era desagradable. Mario Moreno era un personaje muy siniestro, con una ambigüedad muy evidente. Sus colegas no lo querían".

Esa actitud se fue acentuando conforme pasaron los años pues, junto con su fama, creció su ego, tanto que, al final de su carrera se había alejado de aquello que lo había encumbrado a la fama: su sencillez y su conexión con el pueblo a través de sus actuaciones como un peladito.


Un dato curioso que platican quienes lo conocieron y que refuerza la ambivalencia de Mario Moreno es que cuando se refería a "Cantinflas" hablaba como si fuera otra persona y no como a sí mismo.


3. Peleas sindicales

En 1952, Cantinflas y Jorge Negrete, ambos ídolos de la época de oro del cine mexicano, se enfrascaron en un pelea por el control de la Asociación Nacional de Actores, ya que ambos se disputaban el poder y a la postre fue Cantinflas el que resultó electo Secretario General. Poco tiempo después Jorge Negrete moriría dejando libre el camino a Mario Moreno a eternizarse en dicho puesto sindical.


4. Mujeres que se suicidaron por él


En 1959 conoció a Marion Roberts con quién procreó un hijo, Mario Moreno Ivanova. Esta mujer fue, por mucho tiempo, compañera del actor hasta que se envenenó con barbitúricos en el Hotel Alfer de Ciudad de México en noviembre de 1961. Dicha noticia salió en todas las portadas nacionales en la época. Las causas de suicidio fueron por el despecho que sufría de Mario Moreno. En su nota suicida le encarga al actor el cuidado de su hijo en común.

Otra actriz, compañera sentimental y coprotagonista de la que para muchos fue la mejor película del actor, 'A Volar Joven', se había suicidado antes: Miroslava Sternova. Esto sucedió el 9 de marzo de 1955, aunque su muerte nunca fue esclarecida como suicidio, es casi un hecho que así haya sucedido pues murió sola en su habitación y se encontró una caja de Ayerlucin (barbitúrico) y cartas póstumas.


5. Contrastes en su biografía

A pesar de ser un exitosísimo actor de comedia, fracasó rotudamente en la música a donde pretendió incursionar en 1983, además de fracasar en un programa infantil producido por Hanna-Barbera y que se pensaba iba a ser un éxito en Estados Unidos. Además de lo anterior, Mario Moreno mentía con frecuencia en aspectos de sus inicios. De hecho, cuando era joven fue expulsado del ejército por haber mentido en su fecha de nacimiento para poderse enlistar.


MARIO MORENO FUE ACABANDO POCO A POCO CON CANTINFLAS

A medida que se fue convirtiendo en el hombre más famoso y rico de México, Mario fue estrangulando a Cantinflas. Ya sus monólogos no tenían esa carga política que ridiculizaba al poderoso, ya su personaje no tenía ese tufillo rebelde, diogenesco y pícaro que lo llevaba a ser un vago irreductible al que la sola posibilidad de trabajar, de entrar en el sistema, le daba urticaria. La rebeldía de sus primeros y mejores filmes se fue disipando hasta encontrarnos con el hombre viejo, gordo y reaccionario de 'El Patrullero 777', una producción que recibiría un único premio: el de la policía del D.F. que la consideró la mejor película del año 1978.


Mario Moreno llegó a ser un tipo sangrón y prepotente, que distó mucho de ser el gran defensor de los actores que muestran en la biografía cinematográfica. Según varios de sus colegas, compartir set con Mario Moreno era una pesadilla. No sólo humillaba sino que en sus larguísimas improvisaciones borraba, de paso, al compañero de diálogo. En el plató, mientras él estuviera, no había director que mandara.

Pero hay que recordar que la mayoría de grandes cómicos del siglo XX pretendían el control absoluto de las películas en las que estuvieran participando. Es por eso que Chaplin, Keaton, Jaques Tati y Harold Lloyd terminaron dirigiendo sus propias producciones. A Cantinflas, la verdad sea dicha, lo único que le importaba era que su rostro saliera en todos los planos. Eso explica por qué sus primeros filmes fueron los mejores, porque detrás de la cámara estaba alguien como Arcady Boytler, el gran realizador ruso que filmó la maravillosa 'Águila o Sol' o 'Juan Bustillo Oro', el inmortal artífice de 'Ahí Está El Detalle', directores con carácter férreo que no estaban ahí para complacer los caprichos del divo sino para hacer obras de arte.


Cuando su fama fue creciendo no sólo decidía qué actores tenían que estar a su lado, la mayoría los escogía debido, justamente, a su inoperante incompetencia, ya que no quería que nadie opacara el brillo de su propia estrella. Los directores tenían que ponerse de rodillas ante él y complacerlo en sus exigencias.

Ya a mediados los sesenta y con una cirugía plástica acribillándole el rostro, Cantinflas dejó de ser un cómico popular para convertirse en una marioneta de la dictadura del PRI: ante la horrenda Matanza de Tlatelolco, el cómico no hizo ninguna declaración y solapadamente aprobó con su silencio el genocidio de miles de estudiantes. Encerrado entre el lujo y la soberbia, Mario Moreno escupió sobre el mismo público que lo había convertido en el cómico más popular de América Latina.

Comentarios

  1. Que horrible todo lo que se cuenta de este hombre. Ya ni me dan ganas de ver sus películas.

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