PELÍCULAS POR LAS QUE MARK WAHLBERG DEBERÍA PEDIRLE PERDÓN A DIOS [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
El astro ya ha rezado muchas veces para ser absuelto por sus pecados en... ¿Boogie Nights?
Tal como siempre sospechaste, Mark Wahlberg tiene línea directa con Dios. Hace unos días, durante un evento católico en su Chicago natal, el actor aprovechó la presencia de un cardenal para explicar su relación con El De Arriba: "Simplemente espero que Dios sea un fan del cine con capacidad para el perdón, porque tomé algunas decisiones cuestionables en el pasado". Es probable que se refiriese a aquella ocasión en la que pisó la cárcel tras agredir a un inmigrante vietnamita, pero también estaba hablando de, bueno, su propia filmografía.
Esto ya ocurrió antes. Hace un par de años, cuando conoció al Papa Francisco en un festival de Philadelphia, Wahlberg hizo una broma sobre su película Ted que, de alguna manera, también invocaba el perdón divino (la cara del Santo Padre en ese preciso instante debió de ser un poema). ¿Qué parte de su extensa oeuvre habrá seleccionado ahora como su pecado cinematográfico más difícil de perdonar? Lo creas o no, Boogie Nights, aquella obra maestra de P.T. Anderson donde entró como modelo/rapero con tendencia a meterse en líos, pero salió como actor con pedigree.
Está bien, lo entendemos: la estrella del porno setentero Dirk Diggler no es precisamente la clase de papel que deberías defender ante el cardenal de Chicago, y menos aún en un evento organizado para atraer a la juventud a la iglesia. Pero, ya en serio, Marky Mark tiene peores pecados en su perfil de IMDb. Mucho peores. De modo que tu portal web Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica se mandará con un breve repaso, no sin antes dejar clara una advertencia: no busques The Happening en la lista, pues el propio actor ya ha sido tan duro con ella en diferentes entrevistas que, según lo vemos nosotros, es él quien debería pedirle perdón a M. Night Shyamalan.
The Big Hit (1998)
Dimensión del pecado: Media. Es el proyecto que aceptó inmediatamente luego de hacer Boogie Nights, pero esta comedia de acción sin chispa, nacida a rebufo del éxito de John Woo en Estados Unidos a mediados de los 90, parece la clase de proyecto que uno acepta antes de Boogie Nights.
Posibilidades de perdón: No nos sorprendería que Dios comprendiese el dilema de los directores de Hong Kong sintiéndose muy perdidos en la traducción, pero hay algo sobre lo que estamos seguros: Lou Diamond Phillips le tiene que caer bien a un tipo como Él. Así que esta película nos parece francamente perdonable.
Planet Of The Apes (2001)
Dimensión del pecado: Alta. Tim Burton se dio su primer batacazo serio por culpa de este remake de un clásico de la ciencia-ficción que, definitivamente, no se merecía algo así. Wahlberg intentó aportarle algo de carisma a su personaje, pero todo aquí tenía tan pocas posibilidades de aterrizar como ese final. ¡A la mierda!
Posibilidades de perdón: ¿Una película que defiende la evolución? El ser humano no desciende de los monos, Mark. Pareces nuevo.
Rock Star (2001)
Dimensión del pecado: Media-Alta. Basada en la historia real de aquel fan de Judas Priest que acabó formando parte de Judas Priest, este encadenado de clichés acabó siendo vapuleado por el bajista de la banda, Ian Hill. Al parecer, la historia que contaba no se parecía en nada a la realidad.
Posibilidades de perdón: No creemos que Dios sea muy fan del heavy metal, pero las historias de perseverancia y tenacidad en situaciones adversas son harina de otro costal. Seguro que el barbas se hace de vista gorda.
The Truth About Charlie (2002)
Dimensión del pecado: Media. Como no había aprendido la lección con Planet Of The Apes, nuestro hombre decidió que sería buena idea protagonizar un remake sosísimo de Charade (1963) que, para añadir insulto a la infamia, también añadía algo de Shoot the Piano Player (1960). Sacré bleu!
Posibilidades de perdón: Pese a los resultados, la película se formuló como una carta de amor a París, lo cual podría ablandar el corazón de Dios. Ey, un momento... acabamos de recordar que Dios tiene un cameo en The Truth About Charlie, así que nada. Todo está perdonado.
Max Payne (2008)
Dimensión del pecado: Alta. Sentimos el máximo dolor cuando recordamos esta adaptación de la famosa saga de videojuegos, dirigida por alguien que aún está decidiendo si quería copiar el estilo visual de Sin City o no. El guión fue una de las mayores víctimas de la huelga de 2007-2008, así que nada tenía sentido.
Posibilidades de perdón: Wahlberg declaró que la película le enseñó a ser mejor padre (porque la familia de su personaje es asesinada). Si eso no es una carta para salir de la cárcel, no sabemos lo que es.
Entourage (2015)
Dimensión del pecado: Crítica. El tipo no sólo hace un cameo en este crimen de lesa humanidad, sino que estamos, de hecho, ante el ideólogo principal detrás de la serie y la película. Él produjo esto. Él lanzó este Mal sobre el mundo.
Posibilidades de perdón: A Dios no puedes comprarlo con una invitación a una fiesta en la mansión del productor, donde pasarás a ofrecerle rayas y traguitos de tequila mientras le cuentas tu idea para una película increíble. Esas tácticas, al igual que el alma de Harvey Weinstein, pertenecen al departamento de Allá Abajo.
Ted 2 (2015)
Dimensión del pecado: Media-alta. Si el Papa no disfrutó con su chiste sobre Ted es, probablemente, porque ya había visto esta definición perfecta de secuela sin mojo. No sólo eso, sino que también potenciaba hasta el infinito defectos que estaban sólo latentes en la primera entrega.
Posibilidades de perdón: A Dios le va a costar perdonar que Wahlberg haya hecho dos Teds y no todas esas secuelas de Shooter que Él lleva años esperando.
Su video de fitness: Marky Mark Workout
Dimensión del pecado: Ninguna en absoluto. Este es el tipo de obras que garantizan tu entrada al reino de los cielos.
Posibilidades de perdón: ¿Perdón? El propio Jehová utiliza este video para ponerse en forma.
Tal como siempre sospechaste, Mark Wahlberg tiene línea directa con Dios. Hace unos días, durante un evento católico en su Chicago natal, el actor aprovechó la presencia de un cardenal para explicar su relación con El De Arriba: "Simplemente espero que Dios sea un fan del cine con capacidad para el perdón, porque tomé algunas decisiones cuestionables en el pasado". Es probable que se refiriese a aquella ocasión en la que pisó la cárcel tras agredir a un inmigrante vietnamita, pero también estaba hablando de, bueno, su propia filmografía.
Esto ya ocurrió antes. Hace un par de años, cuando conoció al Papa Francisco en un festival de Philadelphia, Wahlberg hizo una broma sobre su película Ted que, de alguna manera, también invocaba el perdón divino (la cara del Santo Padre en ese preciso instante debió de ser un poema). ¿Qué parte de su extensa oeuvre habrá seleccionado ahora como su pecado cinematográfico más difícil de perdonar? Lo creas o no, Boogie Nights, aquella obra maestra de P.T. Anderson donde entró como modelo/rapero con tendencia a meterse en líos, pero salió como actor con pedigree.
Está bien, lo entendemos: la estrella del porno setentero Dirk Diggler no es precisamente la clase de papel que deberías defender ante el cardenal de Chicago, y menos aún en un evento organizado para atraer a la juventud a la iglesia. Pero, ya en serio, Marky Mark tiene peores pecados en su perfil de IMDb. Mucho peores. De modo que tu portal web Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica se mandará con un breve repaso, no sin antes dejar clara una advertencia: no busques The Happening en la lista, pues el propio actor ya ha sido tan duro con ella en diferentes entrevistas que, según lo vemos nosotros, es él quien debería pedirle perdón a M. Night Shyamalan.
The Big Hit (1998)
Dimensión del pecado: Media. Es el proyecto que aceptó inmediatamente luego de hacer Boogie Nights, pero esta comedia de acción sin chispa, nacida a rebufo del éxito de John Woo en Estados Unidos a mediados de los 90, parece la clase de proyecto que uno acepta antes de Boogie Nights.
Posibilidades de perdón: No nos sorprendería que Dios comprendiese el dilema de los directores de Hong Kong sintiéndose muy perdidos en la traducción, pero hay algo sobre lo que estamos seguros: Lou Diamond Phillips le tiene que caer bien a un tipo como Él. Así que esta película nos parece francamente perdonable.
Planet Of The Apes (2001)
Dimensión del pecado: Alta. Tim Burton se dio su primer batacazo serio por culpa de este remake de un clásico de la ciencia-ficción que, definitivamente, no se merecía algo así. Wahlberg intentó aportarle algo de carisma a su personaje, pero todo aquí tenía tan pocas posibilidades de aterrizar como ese final. ¡A la mierda!
Posibilidades de perdón: ¿Una película que defiende la evolución? El ser humano no desciende de los monos, Mark. Pareces nuevo.
Rock Star (2001)
Dimensión del pecado: Media-Alta. Basada en la historia real de aquel fan de Judas Priest que acabó formando parte de Judas Priest, este encadenado de clichés acabó siendo vapuleado por el bajista de la banda, Ian Hill. Al parecer, la historia que contaba no se parecía en nada a la realidad.
Posibilidades de perdón: No creemos que Dios sea muy fan del heavy metal, pero las historias de perseverancia y tenacidad en situaciones adversas son harina de otro costal. Seguro que el barbas se hace de vista gorda.
The Truth About Charlie (2002)
Dimensión del pecado: Media. Como no había aprendido la lección con Planet Of The Apes, nuestro hombre decidió que sería buena idea protagonizar un remake sosísimo de Charade (1963) que, para añadir insulto a la infamia, también añadía algo de Shoot the Piano Player (1960). Sacré bleu!
Posibilidades de perdón: Pese a los resultados, la película se formuló como una carta de amor a París, lo cual podría ablandar el corazón de Dios. Ey, un momento... acabamos de recordar que Dios tiene un cameo en The Truth About Charlie, así que nada. Todo está perdonado.
Max Payne (2008)
Dimensión del pecado: Alta. Sentimos el máximo dolor cuando recordamos esta adaptación de la famosa saga de videojuegos, dirigida por alguien que aún está decidiendo si quería copiar el estilo visual de Sin City o no. El guión fue una de las mayores víctimas de la huelga de 2007-2008, así que nada tenía sentido.
Posibilidades de perdón: Wahlberg declaró que la película le enseñó a ser mejor padre (porque la familia de su personaje es asesinada). Si eso no es una carta para salir de la cárcel, no sabemos lo que es.
Entourage (2015)
Dimensión del pecado: Crítica. El tipo no sólo hace un cameo en este crimen de lesa humanidad, sino que estamos, de hecho, ante el ideólogo principal detrás de la serie y la película. Él produjo esto. Él lanzó este Mal sobre el mundo.
Posibilidades de perdón: A Dios no puedes comprarlo con una invitación a una fiesta en la mansión del productor, donde pasarás a ofrecerle rayas y traguitos de tequila mientras le cuentas tu idea para una película increíble. Esas tácticas, al igual que el alma de Harvey Weinstein, pertenecen al departamento de Allá Abajo.
Ted 2 (2015)
Dimensión del pecado: Media-alta. Si el Papa no disfrutó con su chiste sobre Ted es, probablemente, porque ya había visto esta definición perfecta de secuela sin mojo. No sólo eso, sino que también potenciaba hasta el infinito defectos que estaban sólo latentes en la primera entrega.
Posibilidades de perdón: A Dios le va a costar perdonar que Wahlberg haya hecho dos Teds y no todas esas secuelas de Shooter que Él lleva años esperando.
Su video de fitness: Marky Mark Workout
Dimensión del pecado: Ninguna en absoluto. Este es el tipo de obras que garantizan tu entrada al reino de los cielos.
Posibilidades de perdón: ¿Perdón? El propio Jehová utiliza este video para ponerse en forma.
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