LAS ESTRELLAS TAMBIÉN PUEDEN ESTAR TRISTES [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]

Puede que lo tengan todo, pero algunos no pueden borrar la tristeza de sus caras. Celebridades atormentadas, desdichadas, que nunca sonríen y cuando lo hacen es peor. ¿A qué vendrán esas caras largas? ¿Por qué tanta tristeza? El Fan Page 'Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica' te trae este especial para leerlo con pañuelo en mano.



Kristen Stewart

Si necesitan una actriz para interpretar a una joven introspectiva y con tendencia a la melancolía, Kristen Stewart (25) es la candidata perfecta. Desde que saltara a la fama gracias a la saga 'Crepúsculo', la actriz no ha tenido ni un día de alegría. Siempre triste, siempre seria, siempre con la mirada caída. Ni siquiera su romance con Robert Pattinson consiguió que se difuminara esa nube negra que descansa sobre su cabeza. Eso sí, a veces se esfuerza y trata de sonreír. El problema es que parece todavía más triste. Qué pena...




Kanye West


Cuenta la leyenda de que Kanye West (37) nació son músculos de la risa. Bueno, en realidad no es así pero sería una gran leyenda. El marido negro de Kim Kardashian tiene un grave problema a la hora de posar delante de los fotógrafos. Nunca sonríe. Puede que sea pudor, que piense que no tiene unos dientes bonitos o que la humanidad le repugne tanto que no pueda evitar la mueca de asco. Y si se quedara ahí, aún sería tolerable, pero no. Kanye tampoco sonríe cuando sale a pasear con su mujer y su hija. ¿Se lo imaginan en casa? Qué tristeza de hombre.



Charlene de Mónaco

La princesa de Mónaco no es feliz. Se nota a simple vista. Charlene (37) presentó a sus hijos recién nacidos con cara de pena. No puede haber un signo más claro de que algo no funciona bien en la Familia Real Monegasca. La princesa estuvo a punto de salir corriendo el día de su boda, se ausenta de los actos siempre que puede y cuando no le queda más remedio, acude con cara de oler a pescado podrido. Por su bien, confiemos en que pronto termine sus obligaciones y vuelva a su Sudáfrica natal, donde seguro que fue más feliz.



Rooney Mara

El riesgo de los actores es que acaben creyéndose tanto su papel que lo interioricen y lo trasladen a su vida privada. Ese fue el caso de la actriz Rooney Mara (30), encargada de interpretar a Lisbeth Salander en la adaptación norteamericana de las novelas de Stieg Larsson. Mara se metió tanto en el personaje que se transformó en una joven de aspecto triste y conflictivo y así fue a todas las presentaciones de la película. Y le agarró tanto gusto que continúa en las mismas, por mucho que haya tratado de interpretar otro tipo de papeles.




Victoria Beckham

Con lo que debe comer Victoria Beckham (41) para estar así de delgada, ¿cómo no va a estar triste? A la ex Spice Girl le quitaron la alegría sus ex compañeras de grupo y no ha podido recuperarse desde entonces. Ahora, entre su carrera como diseñadora, sus hijos y su marido desempleado, no tiene tiempo para sonreír. Como mucho, sale y pone la misma cara en todas las fotografías y de ahí no se mueve. Victoria lo tiene todo -literalmente- y no es feliz. ¿Por qué? No lo sabemos.



Eminem

Hay celebridades que tienen motivos para estar tristes. El rapero Eminem (42) no ha tenido una vida sencilla. Entre los conflictos con su madre durante la infancia, sus problemas con las drogas y la dificultad a la hora de asumir la fama, el rapero ya hace mucho que ha podido superar los baches y regresar a lo más alto de su fama -lo de ir siempre en chándal mejor lo dejamos para otro ranking-. Aun así, lo de Eminem es también un poco de posero. Debe creer que proyectando una imagen de 'malote triste' venderá más entradas para sus conciertos. Y puede que tenga razón.



Johnny Depp

La amistad de Johnny Depp (51) con el ex matrimonio formado por Tim Burton y Helena Bonham-Carter no ha dado frutos especialmente felices. Tanto vestir de negro, tanto pintarse la cara de blanco, tanta historia gótica no podía ser buena. Depp fue muy feliz junto a Vanessa Paradis y ahora lo es junto a Amber Heard pero nadie lo diría. En sus apariciones públicas tiende a ir tristón, despeinado y poco arreglado. Igual todo forma parte del personaje que quiere transmitir para que le contraten en Hollywood. De ser así, hace bien.



Mary-Kate y Ashley Olsen

No podemos asegurar que las gemelas Olsen estén tristes, aunque tampoco podemos asegurar que estén contentas. Mary-Kate y Ashley (28) hace mucho que dejaron de transmitir emoción alguna. Tan solo aparecen cual animales nocturnos, con sus vestidos imposibles, sus melenas largas y sus caras de curiosidad permanente. Las 'it girls' más oscuras prefieren dejar las sonrisas y las alegrías para otras. Ellas son más de dar un poco de miedo, que eso vende más.



Isabel Pantoja

Las cantoras hacen del drama su motor para triunfar. Como las grandes divas, las folclóricas hacen arte de la tragedia, desgarrando sus sentimientos para transmitírselos al público. En esto, Isabel Pantoja (58) es una maestra. La tristeza siempre ha acompañado a la cantante -para algo ostenta el título de la viuda de España-, pero durante los últimos años se ha agudizado. A sus conflictos personales se le unieron los judiciales y la llegada de la cárcel. Así no hay forma de levantar cabeza.

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