¿ERES DEMASIADO VIEJO PARA APRENDER A TOCAR LA BATERÍA? [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]

Respuesta rápida: ¡Sí, animal!


Así que has decidido que quieres aprender a tocar la batería. Y, bueno, debe haber gente en el mundo que un día se levanta por la mañana con ese bicho metido -por el orto- por alguna entrevista que leyó en alguna revista a Tommy Lee (en la que le preguntaban por Pamela Anderson, obviamente) o porque se vio -¡recién!- las clases de Jack Black en School of Rock; pero ese no es tu caso (¿no?). Resulta que desde que eras un adolescente siempre soñaste con hacer un redoble con un par de baquetas mientras pisoteabas el pedal del bombo haciendo negras. Entonces, encerrado en tu habitación, con la mirada satánica de Lars Ulrich de Metallica desde un afiche pegado en la pared, y sentado en la cama rodeado de cojines y almohadas estratégicamente colocados, utilizabas cucharones de madera que habías sacado de la cocina para aporrearlos al son de Master of Puppets. Pero, desgraciadamente (o afortunadamente para los demás), tus padres nunca te apoyaron. Incluso te obligaron a reponer esos cucharones a la cocina.

Entonces, pasó el tiempo y estudiaste la carrera que tus padres querían que estudiaras, te metiste a romper las pelotas con los libros de negocios internacionales, te dormiste en los cursos de mercadotecnia, luego te hiciste un magister en no sé qué, al final encontraste un laburo respetable para el vulgo y alcanzaste la tan ansiada independencia económica y todos pensaron que te habías convertido en un adulto (¿o adúltero? No se sabe. ¿También? OK). Pero sólo tú sabías que ese proyecto de baterista a medio camino entre Phil Collins y Dave Grohl, seguía viviendo dentro de tu espíritu. Y ahora que ya no le tienes que rendir cuentas a nadie crees que ha llegado tu momento. Así que te lanzaste a buscar en los foros y salieron un montón de colegas bateros que te animaron a dar este paso. ¡Ahora ya tienes el tiempo, tienes el dinero y tienes las ganas! ¿Qué te impide hacer realidad ese sueño postergado durante tantos años? Marca el ritmo mientras nos ocupamos de ello: un, dos. un, dos, tres, cua…


Elegiste para el orto

Parece el instrumento más divertido, con un montón de tambores, tarolas, platillos y cositas para golpear, ¿verdad? Pero como nunca has tenido una de verdad hay algo que vas a aprender muy tarde y de la forma más cruda y dura: el set de batería (o drumkit en inglés) hay que cargarlo, montarlo y ajustarlo y -¡sobretodo!- afinarlo. No se trata sólo de que te bajes el manual en PDF en tu smartphone y te lances al bricolaje con tu cinturón de herramientas. ¡No! Es un instrumento musical, no una bicicleta. Y todo el montaje tendrás que hacerlo cada vez que vayas a tocar a un local. Incluso aunque la tengas montada en tu propio local de ensayo, te pasarás el día sacando, colocando y guardando platos, herrajes y perillas. Todo esto sucederá mientras el vocalista, los guitarristas, el bajista y el teclista resuelven su montaje en segundos. Si algún día llegas a dar un concierto descubrirás que ese tiempo que pierdes ahí, ellos lo emplean mucho mejor que tú haciendo cualquier otra cosa como beber los tragos que les invitan luego del concierto o afanando groupies en potencia. Por cierto, más te vale ganarte su simpatía o te verás llevando una pesada montaña de bultos tú solo -a menos que contrates ayudantes, entonces todo bien-. ¿Qué? ¿Que piensas usar la batería que está montada en el bar? OK, si no tienes amor propio, adelante, hazlo. Si sigues avanzando en esto pronto descubrirás que no hay cosa más amateur que usar la batería tal y como está montada en el local y te avergonzarás de haber hecho eso por el resto de tus días. Claro, eso si sigues avanzando en esto, sino ni cuenta te habrás dado del asco que le podrías haber dado a un baterista profesional que haya pasado a tomarse un trago al local de casualidad. Consejo más importante para un baterista: antes de aprender a tocarla, tendrás que aprender a montarla. Y no es para nada fácil. ¿Qué? ¿Que cuál es la diferencia entre usar la del bar o la propia? OK, este es un artículo de magazine y no pretende ser una clase maestra de música ni mucho menos, pero hay algo que un músico amateur se tarda demasiado en entender, y por eso cuesta tan poco diferenciar a un profesional de un pobre diablo y es algo que se resume en esta frase heideggeriana: un músico ES su sonido.


No tienes el tiempo ni el cuerpo

¿Viste Whiplash, aquella película que todos los baterístas profesionales califican de ciencia-ficción? Y, ¿sabes qué? ¡Tienen razón! Nunca te vas a encontrar a un director musical al que le importe tanto tu tempo. Es más, ¡a nadie le importa tanto el baterista! Con que tenga un nivel promedio basta y sobra. Básicamente, los que podrían darte clases particulares te aceptan si ya sabes tocar. Los directores musicales saben que tocar la batería es tu actividad extracurricular del año. Ya saben que tirarás tu toallita para el sudor antes de que llegue la navidad y se conseguirán otro baquetero. Muchos de los que se ofrecerán para enseñarte a tocar ni siquiera tienen vocación de maestro, es sólo que los has encontrado justo en temporada baja de conciertos y que quieren sacar unos cuantos pesos extra al costoso local donde tienen montado su set. No es que te estén estafando, ojo, sólo esperan que tú mismo te des cuenta de que lo que ellos hacen sólo se aprende de una manera: habiendo consagrado horas y horas de una eterna adolescencia a hacer rafagas desde el goliat hasta el charles sin dejar un parche o un plato sin tocar. El pum-tata-pum te lo tirarán en la primera clase, pero la frase que oirás más que el bombo es: "practícalo en casa". Para notar progresos tendrías que tener la disciplina de un atleta de la URSS y pedir una excedencia infinita en el trabajo.


Te duele hasta el pelo

OK, eres un cuarentón y decidiste que ibas a aprender a tocar la batería. ¡Nunca te va a doler más el cuerpo! Si tienes problemas de espalda, que es lo normal a esas edades, sólo vas a provocar que te salga todavía más joroba. Tocar sentado en una banqueta, con las piernas abiertas, una en el pedal del charles y la otra en el del bombo, y el cuerpo en tensión no es precisamente hacer pilates. Claro que te va a ayudar a liberar muchísimo estrés, pero con esa postura perderás el equilibrio constantemente. Y, ¿sabes cuándo te darás cuenta que habrás tocado fondo? ¡Llegarás a caerte estando sentado!



Nadie va a querer tocar contigo

He aquí una noticia buena y una mala. Tocando con otra gente, supongamos la típica formación: vocalista, guitarra, bajo y (tu) batería, se puede mejorar mucho más rápido. El problema es que nadie, por muy malo que sea tocando la guitarra o el bajo, quiere ensayar con alguien que no sea capaz de mantener un ritmo sencillo. Si Jack se aburrió del aporreo cursi-caprichoso de Meg con los White Stripes, imagínate cómo será con la gente que pretende montar una banda de versiones de los Creedence Clearwater Revival. La única forma de que otros músicos toleren tu malísima técnica es que seas el dueño del garaje donde ensayan. Pero tampoco seas cagón y, como comprobó Jason Segel en Freaks and Geeks, no hagas perder el tiempo a verdaderos músicos si no estás preparado.


No tienes espacio

Aceptemos ya que no vas a aprender nunca a tocar, ¿está bien? Ocupémonos entonces ahora de lo material. Una batería es un instrumento enorme. Si la tienes en casa y no la usas te va a recordar diariamente que fracasaste como músico. Es peor todavía cuando se trata de una de esas baterías electrónicas, porque además de ser un obstáculo que te roba espacio y confianza, es un cachivache terríblemente feo. Al cabo de un tiempo te darás cuenta que ya llevas meses, quizás un año, sin tocarla por la inoperancia e imposibilidad de compatibilizar tu vida, el trabajo y las relaciones humanas con este invento satánico. No es lo mismo que tener una de verdad porque esta payasada hay que tocarla con audífonos y los módulos (que es así como se les llama a los paneles donde se golpea simulando ser parches y platos) se desestabilizan todo el tiempo. Ni hablar si por ahí se te cayó el vino encima o se mojó con la lluvia o por la tremenda humedad que hay en la ciudad.


Risky Business

Si tienes suerte un día te regalaron esa batería electrónica que hoy hace las veces de silla para poner la ropa sucia. Pero lo normal es que te hayas gastado al menos 900 soles en la más barata, o sea la peor, batería del mercado, cegado por unas maderas lacadas en blanco y una oferta que incluía unas fundas de mierda cuya cremallera se rompió al cerrarla por primera vez con un afinador que nunca aprenderás a usar en toda tu puta vida de amateur. Te tengo noticias, amigo, has tirado tu dinero al agua. Con suerte, y si te mueves rápido en OLX, puede que aún encuentres a algún desgraciado que haya tenido la misma fantasía rockera que te confundió a ti y sea tan despistado como para que se la arrimes por un precio que será siempre inferior. ¿O es que te crees que el boludo no iba a comprobar el estado de las cremalleras y el precio de ese set junior para bateristas lornitas en Amazon? Y reza para que aún puedas cancelar el pedido de esos guantes con los dedos recortados y el lote de baquetas personalizadas con tu firma.


Resignación

Tiempo, dinero, energías, ilusión… ¡a la mierda todo! Lo que parecía que iba a ser la mejor forma de volverte a sentir vivo te ha hundido todavía más en la miseria humana. Sí, has aprendido que eres demasiado viejo para tocar la batería. En cambio, nada te impide hacer air-drum en el karaoke a donde vayas. En el carro, andando por la calle o incluso en los conciertos a los que acudas como público, te darás cuenta de que las tres clases que te dio ese metalero argentino para pagar su local de ensayo no han caído en saco roto. Al cabo de un tiempo verás que ya pasaron dos años desde que te lanzaste fallidamente a la aventura esa y ahora resulta que todos te quedan mirando en los bares y, aunque tu espíritu sabe que eres incapaz de seguir el ritmo con los pies, cuando hagas el air-drum con los brazos siempre te preguntarán si eres baterista profesional.

Comentarios

  1. que post tan pedante, pesimista y aburrido, pésimo.

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  2. Si quieres frustarte en tu deseo de ser baterista lee este pesimista Blog !!!!

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