EL VIAJE DE CHIHIRO Y SU SIGNIFICADO SEXUAL EN UN MUNDO DE ABUSADORES [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
¿Que en un mundo de hombres una chica sola nunca estará a salvo es el significado que su autor quiso darle? ¿o tal vez quiso criticar el sistema capitalista que ha destruído la ancestral tradición nipona?
Es claro que las películas animadas japonesas están mil pasos adelante de las producciones occidentales. Su diferente cultura, tradiciones y manera de ver el mundo ha hecho que generen obras de alto impacto a pesar de estar dirigidas a niños. Studio Ghibli es el mejor ejemplo de esto. Su figura principal, Hayao Miyazaki, ha sido responsable de mezclar historias complejas con inocentes personajes para encantar a las audiencias y hacer críticas sobre distintas problemáticas sociales -elemento que nunca se ve en la animación estadounidense-.
Entre sus trabajos más reconocidos, El Viaje de Chihiro ha sido reconocida internacionalmente como una de las historias más fantásticas desde Alice In Wonderland de Lewis Carroll, y es considerada el punto alto en las creaciones japonesas debido a su increíble historia sobre amistad y encontrar una identidad. Pero detrás de su fachada existen significados oscuros que revelan la genialidad del director y escritor.
El Viaje de Chihiro fue lanzada hace más de 15 años y, hace un par, en Internet comenzó a circular una teoría extraña sobre la reconocida cinta. Unos cuantos usuarios afirmaban que la historia hablaba sobre prostitución infantil y que a lo largo del filme se encuentran elementos obvios que lo demuestran.
De acuerdo con sus deducciones, la llegada de la protagonista a la casa de baños es su inducción en un prostíbulo, Yubaba (la jefa) es una Madame que compra a la heroína, Zeniba es una mujer que ya olvidó la vida normal y SinRostro es un cliente enamorado de la pequeña que busca quitarle su virginidad. Bajo ese contexto, la historia parece ser mucho más oscura y con un mensaje antimachista.
La teoría tiene lógica al pensarlo de manera superficial, pero Miyazaki no es tan obvio. Aunque es posible que haya sido intencional, el verdadero significado es muy diferente. El director afirmó que utilizó estos elementos para hablar de un problema cultural: el cambio de Japón durante su tiempo de prosperidad económica, hecho que lo convirtió, de ser un país orgulloso de sus tradiciones, en una parte más de un imperio capitalista.
La historia comienza con la chica viajando con sus padres hacia un nuevo hogar. Los mayores se detienen en un pequeño restaurante y comienzan a comer como cerdos. De acuerdo con Miyazaki, representan la avaricia inmediata de los japoneses cuando llegó el comercio abierto y libre en los 80. Los individuos no se percatan de su estado y Chihiro tarda en darse cuenta de que su cambio es permanente. La comida infinita simboliza ese sinfín de productos que hacen estúpidos a los humanos y los distraen de sus pensamientos.
Yubaba, la bruja, está rodeada de elementos de la cultura europea. El escenario en el que se presenta es distinto a cualquier otro de la película, los cuales evocan a la época Meiji, cuando la cultura capitalista occidental se apoderaba de Japón lentamente. La decoración Meiji es presentada en gran parte de la película como un elemento melancólico.
Por otro lado, la protagonista sirve como un ejemplo generacional; representa a aquellas mentes nacidas posterior a los 80 que miraron las consecuencias del sistema económico, las decisiones de las generaciones pasadas y los errores que cometieron y que aceptan que posiblemente el daño es irreversible. La niña ha sido vista como una representación de las mujeres y su cambio de pensamiento después de los ataques nucleares en los años 40.
Cuando Yubaba le quita el nombre a la protagonista y le añade el 'sen', su nombre cambia de significado literalmente a 'mil' -la cantidad numérica-. La acción muestra la rápida madurez de la pequeña, quien renuncia a su niñez sin titubear. También revela que una vez que deja atrás los años de inocencia, se convierte en un producto con valor. Miyazaki expresa cómo, debido a los cambios sociales, a las personas se les asigna un precio y si no es alto, es como si no existieran.
Otro elemento importante dentro del significado es la manera en que Chihiro, desesperadamente, quiere regresar a ser como era antes de su aventura. El director afirmó que es el mismo sentimiento de añoranza que tiene Japón como sociedad. En cierto aspecto, extraña el pasado y quiere traerlo de vuelta, con sus tradiciones, costumbres y su identidad. Debido a su actitud, es tratada con hostilidad en la casa de baños. Sólo SinRostro no la ignora y la sigue. No lo hace por un deseo sexual, sino porque se da cuenta de que la mente de la niña es diferente y él no quiere sentirse vacío. Es una historia de amistad.
El tema principal de la cinta es la identidad nacional de Japón y cómo el país se ha visto afectado y minimizado a lo largo de los años debido a su situación económica. Miyazaki aceptó una conexión con la prostitución, pero dejó claro que lo usó como el ejemplo ideal para hablar del capitalismo. Las pistas son claras y la congruencia de la historia es más contundente. El Viaje de Chihiro es la prueba perfecta de que la animación asiática siempre estará un paso adelante y, aunque el mundo se pudre en dinero gracias a Estados Unidos, el país nipón aún nos hace soñar con fantásticas historias.
Es claro que las películas animadas japonesas están mil pasos adelante de las producciones occidentales. Su diferente cultura, tradiciones y manera de ver el mundo ha hecho que generen obras de alto impacto a pesar de estar dirigidas a niños. Studio Ghibli es el mejor ejemplo de esto. Su figura principal, Hayao Miyazaki, ha sido responsable de mezclar historias complejas con inocentes personajes para encantar a las audiencias y hacer críticas sobre distintas problemáticas sociales -elemento que nunca se ve en la animación estadounidense-.
Entre sus trabajos más reconocidos, El Viaje de Chihiro ha sido reconocida internacionalmente como una de las historias más fantásticas desde Alice In Wonderland de Lewis Carroll, y es considerada el punto alto en las creaciones japonesas debido a su increíble historia sobre amistad y encontrar una identidad. Pero detrás de su fachada existen significados oscuros que revelan la genialidad del director y escritor.
El Viaje de Chihiro fue lanzada hace más de 15 años y, hace un par, en Internet comenzó a circular una teoría extraña sobre la reconocida cinta. Unos cuantos usuarios afirmaban que la historia hablaba sobre prostitución infantil y que a lo largo del filme se encuentran elementos obvios que lo demuestran.
De acuerdo con sus deducciones, la llegada de la protagonista a la casa de baños es su inducción en un prostíbulo, Yubaba (la jefa) es una Madame que compra a la heroína, Zeniba es una mujer que ya olvidó la vida normal y SinRostro es un cliente enamorado de la pequeña que busca quitarle su virginidad. Bajo ese contexto, la historia parece ser mucho más oscura y con un mensaje antimachista.
La teoría tiene lógica al pensarlo de manera superficial, pero Miyazaki no es tan obvio. Aunque es posible que haya sido intencional, el verdadero significado es muy diferente. El director afirmó que utilizó estos elementos para hablar de un problema cultural: el cambio de Japón durante su tiempo de prosperidad económica, hecho que lo convirtió, de ser un país orgulloso de sus tradiciones, en una parte más de un imperio capitalista.
La historia comienza con la chica viajando con sus padres hacia un nuevo hogar. Los mayores se detienen en un pequeño restaurante y comienzan a comer como cerdos. De acuerdo con Miyazaki, representan la avaricia inmediata de los japoneses cuando llegó el comercio abierto y libre en los 80. Los individuos no se percatan de su estado y Chihiro tarda en darse cuenta de que su cambio es permanente. La comida infinita simboliza ese sinfín de productos que hacen estúpidos a los humanos y los distraen de sus pensamientos.
Yubaba, la bruja, está rodeada de elementos de la cultura europea. El escenario en el que se presenta es distinto a cualquier otro de la película, los cuales evocan a la época Meiji, cuando la cultura capitalista occidental se apoderaba de Japón lentamente. La decoración Meiji es presentada en gran parte de la película como un elemento melancólico.
Por otro lado, la protagonista sirve como un ejemplo generacional; representa a aquellas mentes nacidas posterior a los 80 que miraron las consecuencias del sistema económico, las decisiones de las generaciones pasadas y los errores que cometieron y que aceptan que posiblemente el daño es irreversible. La niña ha sido vista como una representación de las mujeres y su cambio de pensamiento después de los ataques nucleares en los años 40.
Cuando Yubaba le quita el nombre a la protagonista y le añade el 'sen', su nombre cambia de significado literalmente a 'mil' -la cantidad numérica-. La acción muestra la rápida madurez de la pequeña, quien renuncia a su niñez sin titubear. También revela que una vez que deja atrás los años de inocencia, se convierte en un producto con valor. Miyazaki expresa cómo, debido a los cambios sociales, a las personas se les asigna un precio y si no es alto, es como si no existieran.
Otro elemento importante dentro del significado es la manera en que Chihiro, desesperadamente, quiere regresar a ser como era antes de su aventura. El director afirmó que es el mismo sentimiento de añoranza que tiene Japón como sociedad. En cierto aspecto, extraña el pasado y quiere traerlo de vuelta, con sus tradiciones, costumbres y su identidad. Debido a su actitud, es tratada con hostilidad en la casa de baños. Sólo SinRostro no la ignora y la sigue. No lo hace por un deseo sexual, sino porque se da cuenta de que la mente de la niña es diferente y él no quiere sentirse vacío. Es una historia de amistad.
El tema principal de la cinta es la identidad nacional de Japón y cómo el país se ha visto afectado y minimizado a lo largo de los años debido a su situación económica. Miyazaki aceptó una conexión con la prostitución, pero dejó claro que lo usó como el ejemplo ideal para hablar del capitalismo. Las pistas son claras y la congruencia de la historia es más contundente. El Viaje de Chihiro es la prueba perfecta de que la animación asiática siempre estará un paso adelante y, aunque el mundo se pudre en dinero gracias a Estados Unidos, el país nipón aún nos hace soñar con fantásticas historias.
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