'EL GENIO DEL MAL': UNA OBRA RECHAZADA
El origen de esta escultura –bautizada como ‘El genio del mal’– se remonta al año 1837, año en el que los responsables de la catedral encargaron al escultor Guillaume Geefs la creación de un púlpito que representase el tema del triunfo de la religión sobre el mal.
Las dos versiones de 'El genio del mal'. A la izquierda, la obra rechazada |
Mientras se encargaba de la parte principal de la obra, Geefs dejó en manos de su hermano Joseph, también escultor, la elaboración de una figura en mármol de Lucifer. El artista concluyó su trabajo en 1842, y al año siguiente la obra estaba ya en la catedral. Sin embargo, la estatua, que representaba aun Lucifer joven y bello, casi desnudo por completo, no tardó en convertirse en un incómodo escándalo.
Los responsables de la catedral consideraban que aquella imagen excesivamente sensual del Maligno resultaba “demasiado sublime”, por lo que podía distraer a las jóvenes feligresas durante la celebración de la eucaristía. Para acallar la polémica, el obispo de Lieja ordenó la retirada de la escultura y encargó otra a Guillaume.
La segunda escultura, aunque con una composición similar, resultó mucho más adecuada para la sensibilidad del clero y los sectores más conservadores de la ciudad, pues muestra a Lucifer con aspecto más serio y atormentado, encadenado como castigo a su rebelión.
Paradójicamente, la primera estatua –hoy expuesta en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica– ha terminado por convertirse en una obra admirada y venerada por satanistas y luciferinos de todo el mundo pues, no en vano, de algún modo esta estatua de Lucifer fue “excomulgada” y repudiada por la propia Iglesia.
Comentarios
Publicar un comentario