¿QUÉ FUCK ES CASTLEVANIA Y POR QUÉ NETFLIX ESTÁ PREPARANDO UNA SERIE DEL CAZADOR DE VAMPIROS OCHENTERO? [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
Hay que ser bien macho para ir a pelearse contra Drácula con sólo un látigo, una espada y los muslos al aire
- ¿Cuál ha sido el anuncio de Netflix?
"La primera parte de la primera temporada de Castlevania llegará a Netflix en 2017". Con esas palabras enterradas en un comunicado de prensa tras un evento neoyorquino, Netflix ha dejado ojipláticos a al menos dos generaciones de cazadores virtuales de vampiros.
- ¿Por qué? ¿Qué es Castlevania?
Una saga de videojuegos de Konami (la empresa de videojuegos que más odia Guillermo del Toro) que, desde 1986, invitan al jugador a recorrer el "castillo demoníaco de Drácula" (o 'Akumajo Dracula' como se llamaba en el juego original en Japón), y acabar con el dueño del castillo.
- ¿Drácula?
¡Bingo! Y, atento, que ahora viene el giro: en el juego original (ambientado en 1691) tienes que matar a Drácula con el arma más imposible del universo: un látigo. Hay que acabar con zombis, esqueletos, el monstruo de Frankenstein y todo tipo de criaturas góticas a latigazo limpio.
- No te creo
¿Por qué no? ¡Eran los 80! Sólo dos años atrás los cines reventaban para ver a los cómicos Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis cazando fantasmas con mochilas de protones. ¿Cómo iban los videojuegos a quedarse atrás si eran algo mucho más chiflado? Además, es un látigo mágico llamado Vampire Killer, para ordenadores MSX2, allá por 1987.
- Pero, ¿por qué un látigo?
Digamos que Konami (como casi todas las compañías japonesas de la época) tenía un concepto muy curioso de los límites del copyright a la hora de hacer portadas o juegos. Contra era una copia de Predator, Rambo y Alien y Solid Snake, el protagonista de Metal Gear, es Michael Biehn en Terminator. Podríamos seguir, pero bastan para entender por qué un látigo era una buena idea: coge a un tipo, (Simon Belmont, una corrupción de Belmondo al traducir del japonés) vístelo un poco de Conan, dale el látigo de Indiana Jones, mete un Drácula arrecho al fondo y, ¡Pum! ¡A contar billetes!
- ¿Por qué se llamó Castlevania?
No hemos podido verificarlo, pero la leyenda afirma que un ejecutivo americano se asustó con una mala traducción de lo de "castillo demoníaco de Drácula" (¿o escuchó "Castillo Satánico de Drácula"?). 10 años antes de que el pastor Ubierna dijese que Satán residía en los juegos de video, en Konami no estaban dispuestos a darle munición preventivamente. Así que: "Castillo" + "Transilvania" (porque Drácula es de allá) = Castlevania. ¡Pum!
- ¿Por qué sé quiénes son Mario o Pikachu y no he oído hablar de esto?
Si tienes las NES Mini, tienes dos juegos de la saga ahí metidos. Pero es cierto que Castlevania es una saga infravalorada. Y rara. Muy rara. Tras el éxito del original, la secuela Simon's Quest era un juego mal traducido, complejo y extraño. Y lo del baile de nombres que se dieron después no ayuda: Vampire Killer, Haunted Castle (en recreativas) Simon's Quest, Dracula's Curse (donde el nombre Castlevania III aparecía chiquitito), Vampire's Kiss, Symphony of the Night (éste a lo mejor te suena, fue un juegazo de PlayStation)... No había manera fácil de asociar título y saga. Aparte, la familia Belmont se enfrentaba a Drácula a lo largo de varias generaciones, con Simon cediendo el testigo a un montón de antecesores y descendientes. Súmale que había distintos juegos para muchísimas consolas distintas, y entenderás por qué 30 años después es una saga de culto. Bueno, eso y los bandazos de Konami, que ahora mismo es cualquier cosa menos una editora de videojuegos.
- ¿Pero era chevere?
A veces. Super Castlevania IV en Super Nintendo hizo pasar miedo a los chibolos de los 90. Symphony of the Night se vendió bien y popularizó un género de explorar y resolver puzles. El problema es que Castlevania nunca supo adaptarse a las tres dimensiones que reinan desde PlayStation hasta bien entrada esta década. Hasta llegar a las tres dimensiones tuvimos que atravesar muchos horrores jugables (y muchos cartuchos de portátiles Nintendo que en general estaban bastante bien pero eran todo el rato más de lo mismo).
- OK, hablemos de Netflix. ¿Por qué sacar una serie animada de algo así?
Porque en realidad la idea de hacer una versión "adulta, violenta y llena de humor negro" de Castlevania lleva 10 años dando vueltas. En 2007, el guionista Warren Ellis (imprescindible si quieres hacer algo basado en un videojuego y que sea "adulto, violento y lleno de humor negro") anunciaba que estaba escribiendo "una película de 80 minutos, directa a DVD", con diseños de James Jean, un ilustrador maravilloso.
- ¿Y esa película es lo que va a sacar Netflix?
Seguramente. Al menos su conversión de "película de 80 minutos directa a DVD con opción a otras dos" a "serie". El proyecto nunca se llevó a cabo, pero el guión estaba ya escrito. Y uno de los promotores de entonces, Kevin Klonde, está implicado en el proyecto actual.
- ¿De qué se trataba?
Era una adaptación del tercer videojuego de la saga, Dracula's Curse, de NES. El argumento es una especie de Escuadrón Suicida Antidrácula en la Valaquia de finales de la Edad Media. Ellis había estado trabajando con Koji Igarashi, que fue el encargado de la franquicia durante años (y que no trabaja en Konami desde 2014), así que la fidelidad a la franquicia no sería un problema para los fans ("los fans": como mucho un millón de personas, que es lo máximo que ha vendido un juego de la saga).
- ¿Me va a gustar?
No hay razones para dudar de lo que haga Warren Ellis, así que la respuesta sería que sí. Y también está metido Adi Shankar, un productor tarado que se dedica a hacer cortos de las cosas que le gustaría ver en cine: Power Rangers violentos y oscuros o el Punisher de la última película lavando su ropa. Pero, es que, además, en la tripleta de productores está metida gente muy importante del mundo de la animación: Michael Hirsh (Las Aventuras de Tintín, por citar un ejemplo de serie que le salió redonda) y Fred Seibert, el tipo que le dio luz verde cuando estaba en Hannah-Barbera a El Laboratorio de Dexter, Las Chicas Superpoderosas y demás revoluciones de Cartoon Network… o que años después produjo cierta serie de Pendleton Ward: Adventure Time.
- ¿No hay más videojuegos de Castlevania?
No, Konami ahora se dedica a los tragamonedas japoneses y utiliza sus franquicias como atracción visual. Pondrías buscar el trailer de su última máquina de pachinko, pero es demasiado horrible: imagina algo como "Cincuenta Sombras de Drácula".
- ¿Y si quisiera jugar a algo con la premisa "látigo contra monstruos"?
La razón por la que no echamos de menos a Castlevania en lo jugable es gracias a otro estudio japonés, llamado From Software. Tienes para elegir sus Dark Souls o Bloodborne (este último exclusivo de PS4). Hay látigos, terror y monstruos desparramándose en ambas. Si es tu primera vez, tal vez te guste más empezar por Bloodborne, que es prácticamente perfecto. Aunque Dark Souls 3 está muy bien.
- Y la última pregunta: ¿por qué Guillermo del Toro odia a Konami?
¿Tal vez porque la empresa japonesa ha tirado por la borda todo su legado y todas sus franquicias, que eran muchas y muy amadas en los 80 y 90 para hacer juegos de smartphones tan sacacuartos como los tragamonedas? O también puede ser porque, mientras terminaban de quemar los barcos, cancelaron el último Silent Hills, un juego de terror en el que estaban metidísimos Del Toro, Hideo Kojima y Norman Reedus y que apuntaba a maravilla.
- ¿Pero Del Toro está enfadado con Konami o qué?
Así felicitó Del Toro las última navidad en Twitter: "Important Holiday messages that right true today as they always have: Feliz Navidad. Happy Holidays. Fuck Konami".
- ¿Cuál ha sido el anuncio de Netflix?
"La primera parte de la primera temporada de Castlevania llegará a Netflix en 2017". Con esas palabras enterradas en un comunicado de prensa tras un evento neoyorquino, Netflix ha dejado ojipláticos a al menos dos generaciones de cazadores virtuales de vampiros.
- ¿Por qué? ¿Qué es Castlevania?
Una saga de videojuegos de Konami (la empresa de videojuegos que más odia Guillermo del Toro) que, desde 1986, invitan al jugador a recorrer el "castillo demoníaco de Drácula" (o 'Akumajo Dracula' como se llamaba en el juego original en Japón), y acabar con el dueño del castillo.
- ¿Drácula?
¡Bingo! Y, atento, que ahora viene el giro: en el juego original (ambientado en 1691) tienes que matar a Drácula con el arma más imposible del universo: un látigo. Hay que acabar con zombis, esqueletos, el monstruo de Frankenstein y todo tipo de criaturas góticas a latigazo limpio.
- No te creo
¿Por qué no? ¡Eran los 80! Sólo dos años atrás los cines reventaban para ver a los cómicos Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis cazando fantasmas con mochilas de protones. ¿Cómo iban los videojuegos a quedarse atrás si eran algo mucho más chiflado? Además, es un látigo mágico llamado Vampire Killer, para ordenadores MSX2, allá por 1987.
- Pero, ¿por qué un látigo?
Digamos que Konami (como casi todas las compañías japonesas de la época) tenía un concepto muy curioso de los límites del copyright a la hora de hacer portadas o juegos. Contra era una copia de Predator, Rambo y Alien y Solid Snake, el protagonista de Metal Gear, es Michael Biehn en Terminator. Podríamos seguir, pero bastan para entender por qué un látigo era una buena idea: coge a un tipo, (Simon Belmont, una corrupción de Belmondo al traducir del japonés) vístelo un poco de Conan, dale el látigo de Indiana Jones, mete un Drácula arrecho al fondo y, ¡Pum! ¡A contar billetes!
- ¿Por qué se llamó Castlevania?
No hemos podido verificarlo, pero la leyenda afirma que un ejecutivo americano se asustó con una mala traducción de lo de "castillo demoníaco de Drácula" (¿o escuchó "Castillo Satánico de Drácula"?). 10 años antes de que el pastor Ubierna dijese que Satán residía en los juegos de video, en Konami no estaban dispuestos a darle munición preventivamente. Así que: "Castillo" + "Transilvania" (porque Drácula es de allá) = Castlevania. ¡Pum!
- ¿Por qué sé quiénes son Mario o Pikachu y no he oído hablar de esto?
Si tienes las NES Mini, tienes dos juegos de la saga ahí metidos. Pero es cierto que Castlevania es una saga infravalorada. Y rara. Muy rara. Tras el éxito del original, la secuela Simon's Quest era un juego mal traducido, complejo y extraño. Y lo del baile de nombres que se dieron después no ayuda: Vampire Killer, Haunted Castle (en recreativas) Simon's Quest, Dracula's Curse (donde el nombre Castlevania III aparecía chiquitito), Vampire's Kiss, Symphony of the Night (éste a lo mejor te suena, fue un juegazo de PlayStation)... No había manera fácil de asociar título y saga. Aparte, la familia Belmont se enfrentaba a Drácula a lo largo de varias generaciones, con Simon cediendo el testigo a un montón de antecesores y descendientes. Súmale que había distintos juegos para muchísimas consolas distintas, y entenderás por qué 30 años después es una saga de culto. Bueno, eso y los bandazos de Konami, que ahora mismo es cualquier cosa menos una editora de videojuegos.
- ¿Pero era chevere?
A veces. Super Castlevania IV en Super Nintendo hizo pasar miedo a los chibolos de los 90. Symphony of the Night se vendió bien y popularizó un género de explorar y resolver puzles. El problema es que Castlevania nunca supo adaptarse a las tres dimensiones que reinan desde PlayStation hasta bien entrada esta década. Hasta llegar a las tres dimensiones tuvimos que atravesar muchos horrores jugables (y muchos cartuchos de portátiles Nintendo que en general estaban bastante bien pero eran todo el rato más de lo mismo).
- OK, hablemos de Netflix. ¿Por qué sacar una serie animada de algo así?
Porque en realidad la idea de hacer una versión "adulta, violenta y llena de humor negro" de Castlevania lleva 10 años dando vueltas. En 2007, el guionista Warren Ellis (imprescindible si quieres hacer algo basado en un videojuego y que sea "adulto, violento y lleno de humor negro") anunciaba que estaba escribiendo "una película de 80 minutos, directa a DVD", con diseños de James Jean, un ilustrador maravilloso.
- ¿Y esa película es lo que va a sacar Netflix?
Seguramente. Al menos su conversión de "película de 80 minutos directa a DVD con opción a otras dos" a "serie". El proyecto nunca se llevó a cabo, pero el guión estaba ya escrito. Y uno de los promotores de entonces, Kevin Klonde, está implicado en el proyecto actual.
- ¿De qué se trataba?
Era una adaptación del tercer videojuego de la saga, Dracula's Curse, de NES. El argumento es una especie de Escuadrón Suicida Antidrácula en la Valaquia de finales de la Edad Media. Ellis había estado trabajando con Koji Igarashi, que fue el encargado de la franquicia durante años (y que no trabaja en Konami desde 2014), así que la fidelidad a la franquicia no sería un problema para los fans ("los fans": como mucho un millón de personas, que es lo máximo que ha vendido un juego de la saga).
- ¿Me va a gustar?
No hay razones para dudar de lo que haga Warren Ellis, así que la respuesta sería que sí. Y también está metido Adi Shankar, un productor tarado que se dedica a hacer cortos de las cosas que le gustaría ver en cine: Power Rangers violentos y oscuros o el Punisher de la última película lavando su ropa. Pero, es que, además, en la tripleta de productores está metida gente muy importante del mundo de la animación: Michael Hirsh (Las Aventuras de Tintín, por citar un ejemplo de serie que le salió redonda) y Fred Seibert, el tipo que le dio luz verde cuando estaba en Hannah-Barbera a El Laboratorio de Dexter, Las Chicas Superpoderosas y demás revoluciones de Cartoon Network… o que años después produjo cierta serie de Pendleton Ward: Adventure Time.
- ¿No hay más videojuegos de Castlevania?
No, Konami ahora se dedica a los tragamonedas japoneses y utiliza sus franquicias como atracción visual. Pondrías buscar el trailer de su última máquina de pachinko, pero es demasiado horrible: imagina algo como "Cincuenta Sombras de Drácula".
- ¿Y si quisiera jugar a algo con la premisa "látigo contra monstruos"?
La razón por la que no echamos de menos a Castlevania en lo jugable es gracias a otro estudio japonés, llamado From Software. Tienes para elegir sus Dark Souls o Bloodborne (este último exclusivo de PS4). Hay látigos, terror y monstruos desparramándose en ambas. Si es tu primera vez, tal vez te guste más empezar por Bloodborne, que es prácticamente perfecto. Aunque Dark Souls 3 está muy bien.
- Y la última pregunta: ¿por qué Guillermo del Toro odia a Konami?
¿Tal vez porque la empresa japonesa ha tirado por la borda todo su legado y todas sus franquicias, que eran muchas y muy amadas en los 80 y 90 para hacer juegos de smartphones tan sacacuartos como los tragamonedas? O también puede ser porque, mientras terminaban de quemar los barcos, cancelaron el último Silent Hills, un juego de terror en el que estaban metidísimos Del Toro, Hideo Kojima y Norman Reedus y que apuntaba a maravilla.
- ¿Pero Del Toro está enfadado con Konami o qué?
Así felicitó Del Toro las última navidad en Twitter: "Important Holiday messages that right true today as they always have: Feliz Navidad. Happy Holidays. Fuck Konami".
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