TODO APUNTA A QUE LA ALFOMBRA ROJA DE LOS OSCAR 2017 SERA LA MÁS ELEGANTE DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
A veces pasa. Como aquel cuadro crema de Juan 'Lo Maximo' Reynoso que casi llega a cuartos de final de la Copa Libertadores, con el negro Galvan y el zorro Alva. O el año 2013, en el que David Bowie, Pearl Jam, Black Sabbath y hasta los Daft Punk sacaron discos que no apreciaremos sino hasta dentro de cinco años más. Buenas cosechas, unos cuantos segundos de lucidez. Y este febrero los Oscar apuntan también a tener un momento histórico: mucho ojo a la promoción 2017 porque quizá sea uno de los mejores grupos que nunca se han encontrado. ¿Estamos ante la mejor alfombra roja masculina de los últimos tiempos? Los oráculos dicen que así será. Hombres de distintos colores de pieles y con unos niveles de carisma por las nubes, hombres de todas las edades que siempre dejan la prudencia colgada del perchero antes de subir a sus limousines. Actores, directores, guionistas, artistas de todos los aromas y demás: bienvenidos a la alfombra roja, el mundo de la pasión moderna.
Casey Affleck: Es Stan Laurel de El Gordo y El Flaco, es Noel Gallagher, el Paul Simon de Simon and Garfunkel. El Affleck bueno corre disparado hacia el Oscar a mejor actor y nos recuerda que la normalidad siempre será tendencia. A veces parece un tío normal intentando vestir bien para la boda de su sobrino, otras se pone un smoking de tres piezas que parece haber sido bordado a su cuerpo. Pero sea como sea su actitud augura un gran momento en la alfombra. Con barba griega y cabello (a veces demasiado) revuelto.
Ryan Gosling: Ya no sabemos dónde empieza Gosling y dónde termina su personaje en La La Land (visten igual, con ese aire de los años 40, las camisas remangadas con corbata y los zapatos bicolor) pero es un seguro en las listas de los mejor vestidos. !Y, ah, esa sonrisa! ¿Se echará encima de nuevo ese blazer blanco? La verdad, da igual porque puede ponerse lo que quiera, igual tu novia va a babear y tu suegra también (y hasta la abuela si sigue viva).
Viggo Mortensen: Viggo es de esos hombres con callos en la cara, que parecen lucir las cicatrices que consiguió al cruzar el infierno un par de veces. Parece que no le pega ni Chuck Norris. Este tipo va con traje de pana rosado a la tribuna sur en un clásico y no le pasa nada. Canebo va a Matute a asaltarlo y media hora después ves al negro cruzando la Vía Expresa cojeando y con un cuchillo menos. Es ese Bad Ass que le gusta casi más a los hombres que a las mujeres. Es un tipo que entra a una tienda y todavía paga con moneditas. Pero en la alfombra roja es una bomba de relojería: floro diplomático, traje afilado, barba y pelo hacia atrás, de negro y con toda la pendejada chorreándosele por todos lados. ¿qué podemos esperar de él? Ni idea, y eso nos gusta.
Denzel Washington: Este ya es un clásico. Su complexión hace que muchas veces la ropa le quede deliberadamente grande. Y le gusta que le caiga el sol y le haga lucir bien. Le gusta usar el gris brillante y cosas así. Pero su sonrisa franca, esa mirada pícara, esa sensación de que a su lado nada malo puede ocurrir también es una rama del estilo.
Andrew Garfield: Primero que todo: ¡Pelazo! Está a medio camino entre el amigo informático que te arregla la laptop y el hijito de papá triunfador de universidad privada. Si te dicen que él inventó el Facebook, te lo crees. Igual, con pelazo en cualquier caso. Pero su silueta eterna le permite lucir el traje en cualquier combinación posible: colores, chaquetas cruzadas, corbata larga o de michi. Y casi siempre sale bien parado. El contrapunto fresco a una alfombra donde abundarán los hombres curtidos.
Mahershala Ali: Moonlight es un peliculón, una historia de hombres duros que lloran al cerrar la puerta de su casa. Y Marheshala es, quizá, la nueva esperanza negra del estilo. Imagen, además, de la campaña de Kenzo de este invierno norteamericano, tiene perfectamente controlados los códigos y los tiempos de la industria de la moda. Siempre va impecable y, por ejemplo, apuesta habitualmente por los sombreros. ¿Será la sorpresa de la noche?
Jeff Bridges: Las cartas sobre la mesa: todos queremos llegar a ser como Jeff Bridges. Tener esa actitud de 'todo me llega al pincho', ese pelo canoso peinado hacia atrás, la barba con el plateado perfecto y la piel de lija. En serio, hay más hombres que firmarían ser Jeff Bridges antes que Marco Zunino o Christian Meier, por ejemplo. Jeff es como Tom Hardy, como The Rock, como Jason Statham. Es el póster que colgarían los hombres en su habitación si los hombres hicieran esas cosas. Y presenta una película con polvo, look cowboy y regusto años 70 que se llama Hell Or High Water. ¡El paraíso!
Mel Gibson: O cómo lucir entradas de manera increíblemente digna. Mel Gibson salió en The Simpsons como un actor con dudas que confía en la visión de Homero. Pero en la realidad es un director solvente y un hombre lleno de registros sorpresa. Es duro, es real. Sigue siendo aquel tipo que se tiraba de un edificio en Letal Weapon y aquel que se reía de sí mismo (porque se reía ¿no?) en The Expendables. Mel es uno de los nuestros.
Justin Timberlake: Parece que lleva media vida vengándose de su otra media vida, demostrando que el niño de la boyband quedó atrás pero que tiene que seguir pagando por ello. Porque desde entonces todo lo que toca es impecable. Su música sincopada que parece hecha con cacerolas y, también, sus trajes con zapatillas. ¡Fucking Justin, si hasta tiene una canción que se llama Suit & Tie (Traje & Corbata)! "I be on my suit and tie, let me show you a few things", canta el flaco. Seguro que nos enseñará algo nuevo.
Sting: Sting es Sting. Se cree que hubo un tiempo en el que estuvo considerado el hombre más bello de la tierra o algo así. Imaginamos que seguirá despertando algunas pasiones y, bueno, su último disco no está tan tan mal.
Menciones de Honor: Entre los candidatos a mejor actor de reparto hay tres nombres de los que no sabemos que esperar: Lucas Hedges, Dev Patel y Michael Shannon. Distintos tipos de belleza, distintos tipos de colores de piel, origen multicultural y momentos extraños en la alfombra roja. A veces perfectos, otras inclasificables. Y a todos ellos hay que sumarles los invitados de la noche, los no nominados, las celebrities… La alfombra roja de los Oscar 2017 promete. Ese lugar que no podemos ubicar en ningún sitio porque es todos los sitios a la vez.
Casey Affleck: Es Stan Laurel de El Gordo y El Flaco, es Noel Gallagher, el Paul Simon de Simon and Garfunkel. El Affleck bueno corre disparado hacia el Oscar a mejor actor y nos recuerda que la normalidad siempre será tendencia. A veces parece un tío normal intentando vestir bien para la boda de su sobrino, otras se pone un smoking de tres piezas que parece haber sido bordado a su cuerpo. Pero sea como sea su actitud augura un gran momento en la alfombra. Con barba griega y cabello (a veces demasiado) revuelto.
Ryan Gosling: Ya no sabemos dónde empieza Gosling y dónde termina su personaje en La La Land (visten igual, con ese aire de los años 40, las camisas remangadas con corbata y los zapatos bicolor) pero es un seguro en las listas de los mejor vestidos. !Y, ah, esa sonrisa! ¿Se echará encima de nuevo ese blazer blanco? La verdad, da igual porque puede ponerse lo que quiera, igual tu novia va a babear y tu suegra también (y hasta la abuela si sigue viva).
Viggo Mortensen: Viggo es de esos hombres con callos en la cara, que parecen lucir las cicatrices que consiguió al cruzar el infierno un par de veces. Parece que no le pega ni Chuck Norris. Este tipo va con traje de pana rosado a la tribuna sur en un clásico y no le pasa nada. Canebo va a Matute a asaltarlo y media hora después ves al negro cruzando la Vía Expresa cojeando y con un cuchillo menos. Es ese Bad Ass que le gusta casi más a los hombres que a las mujeres. Es un tipo que entra a una tienda y todavía paga con moneditas. Pero en la alfombra roja es una bomba de relojería: floro diplomático, traje afilado, barba y pelo hacia atrás, de negro y con toda la pendejada chorreándosele por todos lados. ¿qué podemos esperar de él? Ni idea, y eso nos gusta.
Denzel Washington: Este ya es un clásico. Su complexión hace que muchas veces la ropa le quede deliberadamente grande. Y le gusta que le caiga el sol y le haga lucir bien. Le gusta usar el gris brillante y cosas así. Pero su sonrisa franca, esa mirada pícara, esa sensación de que a su lado nada malo puede ocurrir también es una rama del estilo.
Andrew Garfield: Primero que todo: ¡Pelazo! Está a medio camino entre el amigo informático que te arregla la laptop y el hijito de papá triunfador de universidad privada. Si te dicen que él inventó el Facebook, te lo crees. Igual, con pelazo en cualquier caso. Pero su silueta eterna le permite lucir el traje en cualquier combinación posible: colores, chaquetas cruzadas, corbata larga o de michi. Y casi siempre sale bien parado. El contrapunto fresco a una alfombra donde abundarán los hombres curtidos.
Mahershala Ali: Moonlight es un peliculón, una historia de hombres duros que lloran al cerrar la puerta de su casa. Y Marheshala es, quizá, la nueva esperanza negra del estilo. Imagen, además, de la campaña de Kenzo de este invierno norteamericano, tiene perfectamente controlados los códigos y los tiempos de la industria de la moda. Siempre va impecable y, por ejemplo, apuesta habitualmente por los sombreros. ¿Será la sorpresa de la noche?
Jeff Bridges: Las cartas sobre la mesa: todos queremos llegar a ser como Jeff Bridges. Tener esa actitud de 'todo me llega al pincho', ese pelo canoso peinado hacia atrás, la barba con el plateado perfecto y la piel de lija. En serio, hay más hombres que firmarían ser Jeff Bridges antes que Marco Zunino o Christian Meier, por ejemplo. Jeff es como Tom Hardy, como The Rock, como Jason Statham. Es el póster que colgarían los hombres en su habitación si los hombres hicieran esas cosas. Y presenta una película con polvo, look cowboy y regusto años 70 que se llama Hell Or High Water. ¡El paraíso!
Mel Gibson: O cómo lucir entradas de manera increíblemente digna. Mel Gibson salió en The Simpsons como un actor con dudas que confía en la visión de Homero. Pero en la realidad es un director solvente y un hombre lleno de registros sorpresa. Es duro, es real. Sigue siendo aquel tipo que se tiraba de un edificio en Letal Weapon y aquel que se reía de sí mismo (porque se reía ¿no?) en The Expendables. Mel es uno de los nuestros.
Justin Timberlake: Parece que lleva media vida vengándose de su otra media vida, demostrando que el niño de la boyband quedó atrás pero que tiene que seguir pagando por ello. Porque desde entonces todo lo que toca es impecable. Su música sincopada que parece hecha con cacerolas y, también, sus trajes con zapatillas. ¡Fucking Justin, si hasta tiene una canción que se llama Suit & Tie (Traje & Corbata)! "I be on my suit and tie, let me show you a few things", canta el flaco. Seguro que nos enseñará algo nuevo.
Sting: Sting es Sting. Se cree que hubo un tiempo en el que estuvo considerado el hombre más bello de la tierra o algo así. Imaginamos que seguirá despertando algunas pasiones y, bueno, su último disco no está tan tan mal.
Menciones de Honor: Entre los candidatos a mejor actor de reparto hay tres nombres de los que no sabemos que esperar: Lucas Hedges, Dev Patel y Michael Shannon. Distintos tipos de belleza, distintos tipos de colores de piel, origen multicultural y momentos extraños en la alfombra roja. A veces perfectos, otras inclasificables. Y a todos ellos hay que sumarles los invitados de la noche, los no nominados, las celebrities… La alfombra roja de los Oscar 2017 promete. Ese lugar que no podemos ubicar en ningún sitio porque es todos los sitios a la vez.
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