PRIMERAS CRÍTICAS DE T2 TRAINSPOTTING: "MENOS INGENIOSA QUE EL ÚLTIMO TERMINATOR DE JAMES CAMERON" [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
La crítica británica recibe con guasa y entusiasmo la secuela tardía de la aclamada película de Danny Boyle a la que comparan con Back To The Future II
Elige una vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige una secuela dos décadas más tarde. T2 Trainspotting llega este año a los cines, enfrentando a la cuadrilla original de Trainspotting al paso del tiempo y la superación (¿o no?) de las adicciones: Renton (Ewan McGregor), Sick Boy (Jonny Lee Miller), Begbie (Robert Carlyle), Spud (Ewen Bremner) y Diane (Kelly Macdonald) se reencuentran con el director Danny Boyle en la película que hará explotar de una vez por todas la nostalgia noventera con una infiltración de música y decisiones vitales cuestionables.
En el Reino Unido, T2 Trainspotting se estrena dentro de una semana, por lo que la prensa británica ya ha tenido ocasión de ver el filme de Boyle. Estas son las opiniones más destacadas de los críticos:
Ian Freer (Empire): "Si T2 Trainspotting se parece a alguna secuela, es a Back To The Future II: usa la segunda película para explorar la primera, a través de flashbacks, música y lazos sutiles. Si el primer filme iba realmente sobre la alegría de ser joven (el hedonismo, los errores, la camaradería), T2 trata sobre las decepciones de hacerse mayor (las limitaciones, los remordimientos, la necesidad de reconexión). En cierto sentido, T2 comparte algunos elementos con su tocaya Terminator. Es ingeniosa y está llena de sorpresas, pero no tanto como la secuela de James Cameron, pues no reinventa la película original de una forma tan gloriosa".
Dave Calhoun (Time Out): "Como la original, T2 Trainspotting es una mezcla ganadora de mala vida y mala suerte, una estilizada vuelta de tuerca sobre la realidad. La música resulta igual de importante. Aunque hay melodías familiares, el tono es menos alegre y más sensiblero. Es una película más oscura, con menos humor y un poco más lujosa: la fotografía es más épica, el aspecto más maduro, a pesar de la reconocible anarquía visual de las imágenes".
Peter Bradshaw (The Guardian): "La continuación de Danny Boyle a su éxito de 1996 no es tan fresca y extraordinaria como la película original, pero sí una divertida y conmovedora oda a la desilusión masculina de median edad, cuyo atrevimiento vale la pena de sobra. T2 no es tan buena como T1: se hace un poco larga y cae ligeramente en sentimentalismo travieso, comedia de brocha gorda y autorreferencias. Pero conserva la misma energía contundente, el mismo pesimismo desafiante y no se parece a ninguna otra película en cartel. Esta secuela era un equilibrio de cuerda floja y Boyle ha conseguido completarlo".
Neil Young (The Hollywood Reporter): "Tras la votación del Brexit del verano pasado, y con las perspectivas de independencia de Escocia provocando mucha reflexión nacional, la película de Boyle -cuyo tercer acto gira en torno a una solicitud de fondos a la Unión Europea- parece inmediatamente anticuada. T2 es una oportunidad perdida a varios niveles, un refrito estilístico ansioso que se apoya en un trabajo de cámara cafeínico y efectos llamativos para distraernos de su insuficiente razón de ser".
Wendy Ide (Screen International): "El cambio de tono de la secuela, comparado con la original, implica que, a pesar de que hay numerosos momentos de humor salvaje, los puntos fuertes ya no son tan potentes. Hay cierta melancolía y madurez, que en sus propios términos resulta igual de satisfactoria".
Oliver Lyttelton (The Playlist): "En definitiva, la experiencia se parece a ir a un festival de música cuyas cabezas de cartel fueran reuniones de grupos del britpop. Es genial volver a verlos juntos, se conservan bastante bien para su edad y hay momentos verdaderamente trascendentes cuando tocan sus temazos. Pero el concierto se hace un poco largo, el nuevo material es bastante olvidable, son más torpes que antaño y, al final, comienzas a preguntarte si no habría sido mejor quedarte con el recuerdo del pasado".
Elige una vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige una secuela dos décadas más tarde. T2 Trainspotting llega este año a los cines, enfrentando a la cuadrilla original de Trainspotting al paso del tiempo y la superación (¿o no?) de las adicciones: Renton (Ewan McGregor), Sick Boy (Jonny Lee Miller), Begbie (Robert Carlyle), Spud (Ewen Bremner) y Diane (Kelly Macdonald) se reencuentran con el director Danny Boyle en la película que hará explotar de una vez por todas la nostalgia noventera con una infiltración de música y decisiones vitales cuestionables.
En el Reino Unido, T2 Trainspotting se estrena dentro de una semana, por lo que la prensa británica ya ha tenido ocasión de ver el filme de Boyle. Estas son las opiniones más destacadas de los críticos:
Ian Freer (Empire): "Si T2 Trainspotting se parece a alguna secuela, es a Back To The Future II: usa la segunda película para explorar la primera, a través de flashbacks, música y lazos sutiles. Si el primer filme iba realmente sobre la alegría de ser joven (el hedonismo, los errores, la camaradería), T2 trata sobre las decepciones de hacerse mayor (las limitaciones, los remordimientos, la necesidad de reconexión). En cierto sentido, T2 comparte algunos elementos con su tocaya Terminator. Es ingeniosa y está llena de sorpresas, pero no tanto como la secuela de James Cameron, pues no reinventa la película original de una forma tan gloriosa".
Dave Calhoun (Time Out): "Como la original, T2 Trainspotting es una mezcla ganadora de mala vida y mala suerte, una estilizada vuelta de tuerca sobre la realidad. La música resulta igual de importante. Aunque hay melodías familiares, el tono es menos alegre y más sensiblero. Es una película más oscura, con menos humor y un poco más lujosa: la fotografía es más épica, el aspecto más maduro, a pesar de la reconocible anarquía visual de las imágenes".
Peter Bradshaw (The Guardian): "La continuación de Danny Boyle a su éxito de 1996 no es tan fresca y extraordinaria como la película original, pero sí una divertida y conmovedora oda a la desilusión masculina de median edad, cuyo atrevimiento vale la pena de sobra. T2 no es tan buena como T1: se hace un poco larga y cae ligeramente en sentimentalismo travieso, comedia de brocha gorda y autorreferencias. Pero conserva la misma energía contundente, el mismo pesimismo desafiante y no se parece a ninguna otra película en cartel. Esta secuela era un equilibrio de cuerda floja y Boyle ha conseguido completarlo".
Neil Young (The Hollywood Reporter): "Tras la votación del Brexit del verano pasado, y con las perspectivas de independencia de Escocia provocando mucha reflexión nacional, la película de Boyle -cuyo tercer acto gira en torno a una solicitud de fondos a la Unión Europea- parece inmediatamente anticuada. T2 es una oportunidad perdida a varios niveles, un refrito estilístico ansioso que se apoya en un trabajo de cámara cafeínico y efectos llamativos para distraernos de su insuficiente razón de ser".
Wendy Ide (Screen International): "El cambio de tono de la secuela, comparado con la original, implica que, a pesar de que hay numerosos momentos de humor salvaje, los puntos fuertes ya no son tan potentes. Hay cierta melancolía y madurez, que en sus propios términos resulta igual de satisfactoria".
Oliver Lyttelton (The Playlist): "En definitiva, la experiencia se parece a ir a un festival de música cuyas cabezas de cartel fueran reuniones de grupos del britpop. Es genial volver a verlos juntos, se conservan bastante bien para su edad y hay momentos verdaderamente trascendentes cuando tocan sus temazos. Pero el concierto se hace un poco largo, el nuevo material es bastante olvidable, son más torpes que antaño y, al final, comienzas a preguntarte si no habría sido mejor quedarte con el recuerdo del pasado".
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