SIMON BAKER: "CUANDO LEÍ EL GUIÓN DE EL MENTALISTA POR PRIMERA VEZ PENSÉ QUE NO GRABARÍAMOS MÁS QUE EL EPISODIO PILOTO"

Entrevista al protagonista de 'The Mentalist'. La fórmula es sencilla: una serie policíaca clásica con dos ingredientes extra, el humor y un personaje principal con un oscuro pasado como médium televisivo y un excitante presente como mentalista en la policía de California. ¿Sus poderes? Ninguno paranormal, pero sí una increíble capacidad de sugestionar a los sospechosos hasta que confiesan.

¿Qué aporta El Mentalista al género policíaco?

Sentido del humor. Mi personaje es un detective anticonvencional y muy poco metódico en el supermetódico mundo de la investigación.

Patrick Jane tiene, además, un pasado bastante dramático...

Sí. Él trabajaba como médium televisivo y en uno de sus shows insultó a un asesino, y esa noche éste mató a su mujer y a su hija. El asesino, Red John, es una carga psicológica que le persigue durante toda la historia.

Su personaje no es médium ni parapsicólogo, es mentalista. ¿Qué tipo de habilidades posee?

Patrick es un gran observador capaz de utilizar la sugestión para provocar pensamientos en otras personas y suele saber cuándo alguien está blofeando.

¿Hizo algún tipo de trabajo de investigación antes del rodaje?

Tenía que entender cómo los mentalistas logran introducirse en los pensamientos de la gente. Así que pasé mucho tiempo investigando en Internet.

¿Querría tener esa habilidad?

No. Sería demasiado agotador.

¿Suele hacer sugerencias a los guionistas sobre su personaje?

Tengo muy buena relación con Bruno Heller [el creador de la serie]. Cuando recibo el borrador, le llamo y le hago sugerencias. Algunas las acepta y otras no.

¿Qué piensa sobre el universo paranormal y de los médium?

Tienen su hueco como entretenedores. No estoy seguro de que tengan poderes, pero quién sabe... De hecho, yo he ido a que me echen el tarot.

¿De verdad?

Sí. Lo hago cuando viajo al extranjero, así que la mayoría de las veces ni entiendo lo que me dicen. Es puro narcisismo: le pagas a un tipo 20 dólares para que hable de ti un minuto [risas].

¿Ha aportado a Patrick algún rasgo específico de su carácter?

Cada papel tiene algo de ti. Patrick y yo tenemos el mismo sentido del humor y, como él, también soy algo impertinente.

En El Mentalista no hay ADN ni técnicas científicas para cazar a los culpables. ¿Es el retorno de la clásica serie policíaca?

Sí. Se trata de explorar más la naturaleza humana que las partículas de piel de la escena del crimen. En ese sentido, El mentalista es más parecida a Colombo, una serie que me encantaba, que a C.S.I.

¿Qué pensó cuando leyó el guión por primera vez?

Que no haríamos más que el episodio piloto...

Cuando una serie echa a andar, ¿se obsesiona con la audiencia?

El día posterior a la emisión me levanto y voy a mirarla en Internet. Así funciona este negocio: no importa lo buena que sea la serie, el éxito depende de la audiencia.

¿Le cuesta elegir sus papeles?

Sobre todo los del cine. He sido muy afortunado con mis papeles en televisión, pero nunca sé qué tipo de personaje debería interpretar en la gran pantalla.

¿Y quién le aconseja?

Me dejo aconsejar casi por cualquiera.

¿Cuando aceptó este papel, pensó en cómo afectaría eso a su vida privada?

Tengo 40 años, estoy casado con hijos y no soy escandaloso, así que los paparazzi no se interesan por mí. Mi vida sólo ha cambiado en el sentido de que ahora tengo algo que me consume por completo.

¿Protagonizar la serie no le restará tiempo para hacer cine?

Podría hacerlo. Es cuestión de buscar tiempo. De hecho, acabo de rodar una película con Paz Vega, Not forgotten, donde interpreta a mi mujer.

¿Y qué tal la experiencia?

Muy glamourosa [risas]. Paz es estupenda. Encantadora.