FESTIVAL DE LIMA: CRÍTICA - IL FUTURO de Alicia Scherson

IL FUTURO de Alicia Scherson

Guión: Alicia Scherson

Basado en el libro ‘Una Novelita Lumpen’ de Roberto Bolaño

Reparto: Manuela Martelli, Rutger Hauer y Nicolas Vaporidis

El arte no se explica. Dogma de fe de todo artista independiente. OK, no expliques nada, pero; ¿es necesario aburrir para mostrar el arte? Il Futuro de Alicia Scherson lo hace por momentos. Momentos en los que la autora mima a los amantes de los planos largos y fotografías excelentemente trabajadas, pero castiga a los pobres fanáticos del cine ‘convencional’ que pagan un ticket para ver una película y no una exposición fotográfica (el entrecomillado lo saca aquel que encuentre una palabra mejor para referirse a filmes desde Chinatown hasta Transformers).

Aún cuando hay como 20 minutos que están de más en la película, ésta se aprecia de una manera que resulta atractiva y muy convincente, gracias a las excelentes interpretaciones de Manuela Martelli (excelente también en la recordada y famosísima Machuca), Nicolas Vaporidis y el experimentadísimo anglosajón Rutger Hauer en el papel del forzudo Maciste. Favorita para los que gustan de los conocidísimos planos europeos, largos y bien fotografiados, aunque en esta película están puestos al límite ya que al fanático del cine arte lo dejará con las ganas de querer ver más, a los demás, no.

El guión está bien cuidado, pensando en las interpretaciones y en el interés que en el  público se pueda generar por los personajes. Nunca nadie dio señales de caer en una posible desconcentración. La cosa a criticar no está en la construcción de los personajes ni en las interpretaciones, sino en el camino que les toca seguir. Los personajes no evolucionan. Bianca, la protagonista, empieza de una manera y termina de la misma, si bien pasa por una etapa en la que parece haberse enamorado de su empleador, sólo sucede eso, y parece, porque el espectador no tiene claro si el enamoramiento fue verdadero o era todo parte del truco que se había planeado con anticipación. El espectador tiene que conocer al personaje para que éste se vuelva inolvidable. A menos que se quiera hacer lo contrario, pero: ¿qué sería eso? ¡Qué mal plan!

Los demás personajes tampoco evolucionaron nunca, algunos como el hermano de la protagonista parecían zombis pasando a la deriva por la pantalla o eran mostrados echados en los suelos sin nada de nada por hacer. La luz que se mostró al principio que suponía iluminaba los pensamientos de Bianca sobre la vida, o el personaje de una señora asistenta social que parecía iba a tener más protagonismo (y hasta parecía que iba a resolver los problemas con una varita mágica) simplemente se desaparecieron y no se volvió a saber nada de ello y así, lo más apreciable de la película se volvió a las tomas aéreas y los cuadros innovadores y la fotografía muy bien hecha. Pero, como dice el dogma de fe del cine: Si la gente ve tu película y te dice que lo que les gustó más fue la fotografía… estamos en problemas.