CÓMO HACER CINE DE AUTOR [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
Se dice que el cine de autor busca nuevas formas de contar las historias, que rechaza los convencionalismos y que es arriesgado al no buscar el aplauso fácil… ¡pelotudeces!
Un cine etiquetado como 'de autor' significa concebido dentro de unas reglas que podemos identificar. Reglas que, a fuerza de repetirse, se convierten en el cliché 'de autor'. Así que si pretendes que te consideren autor y no sabes cómo, el portal web Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica te trae esta breve guía orientativa para impresionar a los críticos.
No te sientas menos inteligente que los directores con los egos alimentados por haber estado en el BAFICI, tú puedes ser uno de ellos aunque no hayas leído Sobre la Cuádruple Raíz del Principio de Razón Suficiente de Schopenhauer.
TIEMPO NARRATIVO
Cambia el orden narrativo sin miedo. La escena 50 en lugar de la 1 y la 20 en lugar de la 90. Lo importante es romper la estructura lineal. No importa si no tiene ni pies ni cabeza o si es necesario un mapa para no perderse. Justifícate así: "Godard dijo que las historias tienen un principio, un medio y un final, pero no necesariamente en ese orden". Además, mencionando a Godard, el más chulón en cuanto a cine de autor se refiere, nadie se atreverá a hacerte el aguante.
NO CORTES LAS ESCENAS
¿Entrar tarde y salir pronto? ¿Qué es eso? Tú eres autor y para ti los dogmas de fe de la edición no existen. Puedes poner a tu personaje frente al espejo cinco, seis, siete minutos… más, no seas pacato y muestra en tiempo real cómo se afeita, se enjuaga la cara o se coloca la crema para evitar las irritaciones. Posiblemente la prensa diga de ti que te atreves a mostrar la realidad sin adornos, con pulso firme, reflexionando sobre la alienación de los actos cotidianos y no sé qué más vainas que ellos ven mejor que el mismo director de la película. ¡En serio! Todo esto sin música, claro. En el caso de que tengas una música con piano, no dramática, algo como Amelie, la crítica dirá de ti: "Capta con sutileza la belleza de los actos cotidianos". Los críticos son la cagada.
Y si la crítica no habla de ti, hazlo tú mismo. Afirma rotundamente que cada escena debe desarrollarse durante un tiempo preciso o algo así. ¡Tú haces poesía con la cámara!
TEMAS
El cine de autor europeo debe necesariamente ser profundo o necesariamente amargo. Por un lado están los intelectuales que debaten sobre si la filosofía crítica de Kant podría ayudar a explicar por qué Isabelle Huppert nunca aprenderá a hacer pastel de queso. Profesores de universidad o escritores brillantes, pero apenas leídos, se acuestan con jovencitas que leen a Hegel, mientras que las esposas de los primeros pintan naturalezas muertas.
Si no tratas temas profundos, habla de los trabajadores. Puede que nunca hayas trabajado de verdad pero no importa. Pasa una semana observando a los trabajadores de una envasadora de yogurt, habla con una víctima de violación de El Agustino o pasea por las calles de un barrio "elegante". Es suficiente para captar el ambiente, los sueños y las frustraciones de la clase trabajadora a la que, obviamente, no perteneces, pero con cuyas aspiraciones te identificas.
DIÁLOGOS
Hay tres maneras de emplear los diálogos. Están las historias personales: algún boludo que cuenta una anécdota que dura como diez minutos. No importa si trata sobre un viaje al campo o cómo consiguió finalmente hacer chancho al cilindro en el jardín trasero de su casa. Si esta historia la cuenta un personaje de reparto, mejor, así podrás alegar que "la poesía aparece en forma de relato en cualquier momento" o alguna pavada parecida. También puedes pedir al actor que improvise sobre la marcha. ¡Tú haces cine así! ¡Natural!
También están los diálogos ultrarrealistas o diálogos de bobos. Y, por último, la ausencia de diálogos.
SEXO Y CRÍTICA POLÍTICA
Si quieres mostrar sexo tienes dos caminos. Un sexo blandito, que muestre a los personajes desnudos en su cotidianidad. Si la protagonista tarda diez minutos en ducharse, muéstrala apelando a la poesía de lo cotidiano.
Si lo que te gusta es mostrar perversiones alega que pretendes mostrar cómo la barbarie se adentran en los actos cotidianos. Ponle pinzas en los pezones, que hagan bondage, graba violaciones con objetos… ¿Cuál es la diferencia entre el cine porno alemán y el Salo de Pasolini? ¡Es lo mismo! El cine porno alemán no se justifica a sí mismo. Es porno y punto. Pero Pasolini justifica una película pornográfica comercial. Si alguien acusa a tu película de vulgar, llámalo fascista y alega persecución política.
FINALES AMARGOS
Si pasa por tu cabeza un final esperanzador deja inmediatamente de escribir. Los finales felices son de cobardes. Tú muestras la vida como es. Es preferible una película a medio terminar antes que darle a los personajes una oportunidad de irse felices. Si la felicidad del personaje depende de la llegada de una carta, haz que un camión lleno de cervezas atropelle al cartero y que la carta se la lleve el viento. Si la felicidad depende de que dos personajes coincidan en el ascensor, haz que uno de ellos muere en un asalto (¡siempre funciona!) o que uno de ellos se detiene a atarse un zapato.
Un cine etiquetado como 'de autor' significa concebido dentro de unas reglas que podemos identificar. Reglas que, a fuerza de repetirse, se convierten en el cliché 'de autor'. Así que si pretendes que te consideren autor y no sabes cómo, el portal web Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica te trae esta breve guía orientativa para impresionar a los críticos.
No te sientas menos inteligente que los directores con los egos alimentados por haber estado en el BAFICI, tú puedes ser uno de ellos aunque no hayas leído Sobre la Cuádruple Raíz del Principio de Razón Suficiente de Schopenhauer.
TIEMPO NARRATIVO
Cambia el orden narrativo sin miedo. La escena 50 en lugar de la 1 y la 20 en lugar de la 90. Lo importante es romper la estructura lineal. No importa si no tiene ni pies ni cabeza o si es necesario un mapa para no perderse. Justifícate así: "Godard dijo que las historias tienen un principio, un medio y un final, pero no necesariamente en ese orden". Además, mencionando a Godard, el más chulón en cuanto a cine de autor se refiere, nadie se atreverá a hacerte el aguante.
NO CORTES LAS ESCENAS
¿Entrar tarde y salir pronto? ¿Qué es eso? Tú eres autor y para ti los dogmas de fe de la edición no existen. Puedes poner a tu personaje frente al espejo cinco, seis, siete minutos… más, no seas pacato y muestra en tiempo real cómo se afeita, se enjuaga la cara o se coloca la crema para evitar las irritaciones. Posiblemente la prensa diga de ti que te atreves a mostrar la realidad sin adornos, con pulso firme, reflexionando sobre la alienación de los actos cotidianos y no sé qué más vainas que ellos ven mejor que el mismo director de la película. ¡En serio! Todo esto sin música, claro. En el caso de que tengas una música con piano, no dramática, algo como Amelie, la crítica dirá de ti: "Capta con sutileza la belleza de los actos cotidianos". Los críticos son la cagada.
Y si la crítica no habla de ti, hazlo tú mismo. Afirma rotundamente que cada escena debe desarrollarse durante un tiempo preciso o algo así. ¡Tú haces poesía con la cámara!
TEMAS
El cine de autor europeo debe necesariamente ser profundo o necesariamente amargo. Por un lado están los intelectuales que debaten sobre si la filosofía crítica de Kant podría ayudar a explicar por qué Isabelle Huppert nunca aprenderá a hacer pastel de queso. Profesores de universidad o escritores brillantes, pero apenas leídos, se acuestan con jovencitas que leen a Hegel, mientras que las esposas de los primeros pintan naturalezas muertas.
Si no tratas temas profundos, habla de los trabajadores. Puede que nunca hayas trabajado de verdad pero no importa. Pasa una semana observando a los trabajadores de una envasadora de yogurt, habla con una víctima de violación de El Agustino o pasea por las calles de un barrio "elegante". Es suficiente para captar el ambiente, los sueños y las frustraciones de la clase trabajadora a la que, obviamente, no perteneces, pero con cuyas aspiraciones te identificas.
DIÁLOGOS
Hay tres maneras de emplear los diálogos. Están las historias personales: algún boludo que cuenta una anécdota que dura como diez minutos. No importa si trata sobre un viaje al campo o cómo consiguió finalmente hacer chancho al cilindro en el jardín trasero de su casa. Si esta historia la cuenta un personaje de reparto, mejor, así podrás alegar que "la poesía aparece en forma de relato en cualquier momento" o alguna pavada parecida. También puedes pedir al actor que improvise sobre la marcha. ¡Tú haces cine así! ¡Natural!
También están los diálogos ultrarrealistas o diálogos de bobos. Y, por último, la ausencia de diálogos.
SEXO Y CRÍTICA POLÍTICA
Si quieres mostrar sexo tienes dos caminos. Un sexo blandito, que muestre a los personajes desnudos en su cotidianidad. Si la protagonista tarda diez minutos en ducharse, muéstrala apelando a la poesía de lo cotidiano.
Si lo que te gusta es mostrar perversiones alega que pretendes mostrar cómo la barbarie se adentran en los actos cotidianos. Ponle pinzas en los pezones, que hagan bondage, graba violaciones con objetos… ¿Cuál es la diferencia entre el cine porno alemán y el Salo de Pasolini? ¡Es lo mismo! El cine porno alemán no se justifica a sí mismo. Es porno y punto. Pero Pasolini justifica una película pornográfica comercial. Si alguien acusa a tu película de vulgar, llámalo fascista y alega persecución política.
FINALES AMARGOS
Si pasa por tu cabeza un final esperanzador deja inmediatamente de escribir. Los finales felices son de cobardes. Tú muestras la vida como es. Es preferible una película a medio terminar antes que darle a los personajes una oportunidad de irse felices. Si la felicidad del personaje depende de la llegada de una carta, haz que un camión lleno de cervezas atropelle al cartero y que la carta se la lleve el viento. Si la felicidad depende de que dos personajes coincidan en el ascensor, haz que uno de ellos muere en un asalto (¡siempre funciona!) o que uno de ellos se detiene a atarse un zapato.
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