¿CÓMO PASÓ EL HOMBRE DE USAR UN AFTER SHAVE QUE ERA PURO ALCOHOL A SER UN EXPERTO DEL CUIDADO PERSONAL? [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
¿Qué productos se venden más? ¿Qué les preocupa más a los hombres de su belleza? El portal web Actores, Directores y Guionistas de Latinoamérica te presenta la radiografía del negocio de la cosmética masculina
Despacio, pero sin pausa, los hombres van descubriendo lo que la cosmética puede hacer por ellos. Y no está siendo un camino fácil de recorrer, porque vienen de una generación anterior en la que la masculinidad se expresaba de una forma completamente diferente.
Que la piel del rostro pareciese un papel de lija estaba bien visto hace unas décadas, y era símbolo de una virilidad europea mal entendida. De hecho, en 1990, sólo un 4% de los europeos utilizaba una crema facial, cifra que subió al 21% en 2001 y que en la actualidad supera el 50%. Y parece que esta tendencia no se va a detener pronto. Desde 2012, el lanzamiento de productos for men se ha incrementado en un 70%.
En menos de 30 años los hombres han pasado de aplicarse únicamente un aftershave (que, por cierto, era puro alcohol y que te dejaba la cara como si la hubieses puesto en la puerta de un horno encendido) a incluir con total naturalidad en el neceser una crema limpiadora y un contorno de ojos.
Si a finales del siglo XX eran las mujeres las que les aconsejaban a los hombres qué productos comprar, ahora esa decisión la toman ellos mismos. "El 95% de los consumidores de cosmética selectiva masculina compran ellos mismos sus productos", afirma Ainhara Viñarás, directora general de Shiseido.
¿Y qué le pedimos a una crema? "Que sea eficaz, fácil de aplicar y que se adapte tanto a su rutina diaria como a su estilo de vida", añade. Además, como los hombres tienen la piel más gruesa que las mujeres, demandan fórmulas ligeras que se absorban rápidamente y que no dejen esa desagradable sensación de tener las manos grasosas. Por eso, el 47% se decantan por la textura en gel.
Sin duda, la caída capilar masculina es uno de los problemas que más preocupa. Y no es de extrañar porque casi el 50% de los hombres sufrirá algún tipo de alopecia a lo largo de su vida. Manuel López, director de Comunicación de Pierre Fabre Dermocosmética, nos da las claves: "Las líneas fortificantes y estimulantes del crecimiento y del volumen capilar son las más demandadas, sin olvidar las que combaten la grasa, la caspa, el cuero cabelludo irritado y el picor. Además, el aumento de la práctica deportiva ha provocado que nos lavemos el pelo más de una vez al día. De ahí que prefiramos fórmulas con activos suaves, que respeten el cabello". Su bestseller for men, el shampoo estimulante y fortificante a la quinina con vitamina B de Klorane, así lo confirman.
La industria de la cosmética masculina tiene una capacidad de reacción increíble y se adapta a las necesidades del mercado con una rapidez asombrosa. Para muestra un botón: el año pasado, y en pleno boom del vello facial, los productos de afeitado descendieron casi un 3%, ventas que ganaron los cosméticos específicos para el cuidado de barbas y bigotes.
Eso sí, en cuanto a oler bien a los españoles no les gana nadie. En 2016 se vendieron en España casi 18 millones de fragancias, un 3% más que el año anterior, moviendo un total de 371,49 millones de euros sólo en ese país europeo. Ni hablar de los franceses que son los amos y señores de evitar las duchas con agua fría.
En definitiva, sí, la cosmética masculina es un sector al alza y su futuro se presenta tan luminoso como la piel de una buena calva.
Que la piel del rostro pareciese un papel de lija estaba bien visto hace unas décadas, y era símbolo de una virilidad europea mal entendida. De hecho, en 1990, sólo un 4% de los europeos utilizaba una crema facial, cifra que subió al 21% en 2001 y que en la actualidad supera el 50%. Y parece que esta tendencia no se va a detener pronto. Desde 2012, el lanzamiento de productos for men se ha incrementado en un 70%.
En menos de 30 años los hombres han pasado de aplicarse únicamente un aftershave (que, por cierto, era puro alcohol y que te dejaba la cara como si la hubieses puesto en la puerta de un horno encendido) a incluir con total naturalidad en el neceser una crema limpiadora y un contorno de ojos.
Si a finales del siglo XX eran las mujeres las que les aconsejaban a los hombres qué productos comprar, ahora esa decisión la toman ellos mismos. "El 95% de los consumidores de cosmética selectiva masculina compran ellos mismos sus productos", afirma Ainhara Viñarás, directora general de Shiseido.
¿Y qué le pedimos a una crema? "Que sea eficaz, fácil de aplicar y que se adapte tanto a su rutina diaria como a su estilo de vida", añade. Además, como los hombres tienen la piel más gruesa que las mujeres, demandan fórmulas ligeras que se absorban rápidamente y que no dejen esa desagradable sensación de tener las manos grasosas. Por eso, el 47% se decantan por la textura en gel.
Sin duda, la caída capilar masculina es uno de los problemas que más preocupa. Y no es de extrañar porque casi el 50% de los hombres sufrirá algún tipo de alopecia a lo largo de su vida. Manuel López, director de Comunicación de Pierre Fabre Dermocosmética, nos da las claves: "Las líneas fortificantes y estimulantes del crecimiento y del volumen capilar son las más demandadas, sin olvidar las que combaten la grasa, la caspa, el cuero cabelludo irritado y el picor. Además, el aumento de la práctica deportiva ha provocado que nos lavemos el pelo más de una vez al día. De ahí que prefiramos fórmulas con activos suaves, que respeten el cabello". Su bestseller for men, el shampoo estimulante y fortificante a la quinina con vitamina B de Klorane, así lo confirman.
La industria de la cosmética masculina tiene una capacidad de reacción increíble y se adapta a las necesidades del mercado con una rapidez asombrosa. Para muestra un botón: el año pasado, y en pleno boom del vello facial, los productos de afeitado descendieron casi un 3%, ventas que ganaron los cosméticos específicos para el cuidado de barbas y bigotes.
Eso sí, en cuanto a oler bien a los españoles no les gana nadie. En 2016 se vendieron en España casi 18 millones de fragancias, un 3% más que el año anterior, moviendo un total de 371,49 millones de euros sólo en ese país europeo. Ni hablar de los franceses que son los amos y señores de evitar las duchas con agua fría.
En definitiva, sí, la cosmética masculina es un sector al alza y su futuro se presenta tan luminoso como la piel de una buena calva.
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