LOS RISKY BUSINESS DE TOM CRUISE: ESTUDIOS BÍBLICOS, SEXO ORAL Y REBECCA DE MORNAY [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]
Las memorias de un compañero de reparto recuerdan cómo era la estrella en el 83, cuando el mundo se le puso a los pies con sólo 19 años
Si uno deja pasar el tiempo suficiente, un cotilleo sobre la vida privada de una estrella puede convertirse en parte de su leyenda. Con los años, un artículo de presa rosa se transforma en historia del cine. De la historia que hablaremos ahora han pasado treinta y cuatro años, los suficientes como para que los relatos más pendejos prescriban. Así al menos lo entiende Curtis Armstrong, actor que comenzó su carrera artística junto al por entonces también desconocido Tom Cruise en Risky Business (Paul Brickman, 1983).
Armstrong, que se hizo popular poco después por ser el marrano Booger en Revenge of the Nerds (Jeff Kanew, 1984) y el compañero de Cybill Shepherd y Bruce Willis en la serie Moonlighting, está presentando un libro de memorias titulado Revenge of the Nerd. Como adelanto, The Hollywood Reporter ha publicado un extracto en el que cuenta cómo fueron aquellas semanas de rodaje junto a un extraño joven llamado Tom: "Al inicio de su carrera era un chico tonto, algo torpe e inseguro que seguía interpretando papeles que cualquier jovencito podría interpretar", asegura Armstrong señalando que esta fue la última película en la que Tom Cruise fue, simplemente, Tom.
El texto continúa repasando la perfecta sonrisa de su compañero de reparto y la fijación que tenía por referirse a él por el nombre de su personaje, algo que reconoce que podría haber ocurrido porque Tom nunca supo que se llamaba Curtis. Pero lo bueno llega después, cuando los recuerdos viajan hasta los camerinos de los allí presentes. "El éxito sin precedentes de Cruise fue una sorpresa para mí, pero los perpetuos rumores sobre su orientación sexual fueron completamente desconcertantes", comenta el actor antes de subrayar que, durante el año de rodaje, Cruise y Rebeca de Mornay mantuvieron una relación que no pudieron ocultar al equipo.
El problema es que de Mornay ya tenía a otro hombre en su vida y, cuando Harry Dean Stanton aparecía en la ecuación, Tom se apartaba. Armstrong reconoce que nada de esto interfirió en el trabajo de Cruise y que, de hecho, nunca había conocido a nadie tan ambicioso y disciplinado como la joven estrella.
"Le pregunté al final del día si quería venirse con el equipo al bar a tomar una copa. 'No', me respondió. 'Tengo que madrugar mañana, aun tengo que trabajar, estudiar mis frases y luego me gusta leer un poco la Biblia antes de acostarme'". Con estas declaraciones nadie podría dudar de la pureza de Cruise pero, por fin, en el siguiente párrafo viene el gran giro de guión: "Volviendo tarde una noche, encontré a tres o cuatro muchachas jóvenes, sospecho que casi de veinte años, en la entrada del cuarto de Tom. Recuerdo haber pensado: 'Tom va a estar realmente molesto si estas chicas con ganas de fiesta interfieren con su lectura de la Biblia'. Así que les pregunté, con toda la severidad que me ofrecían mis 28 años, si había algo que yo pudiera hacer para ayudarlas. Me miraron y, en ese momento, la puerta de Tom se abrió y otra chica salió peinándose y bajó por el pasillo mientras la primera en la cola se metía en la habitación de Tom".
Por si no ha quedado claro, Armstrong remata: "Era un joven que sabía mucho sobre cómo manejar su tiempo. Supo cómo mezclar correctamente el estudio de la Biblia y las mamadas de pene. Me fui a la cama solo esa noche pensando que me lo tenía merecido por no ser religioso".
Revenge of the Nerd saldrá a la venta en Estados Unidos el próximo 11 de julio. ¿Esconderá Curtis Armstrong más secretos del resto de ilustres compañeros con los que ha trabajado?
Si uno deja pasar el tiempo suficiente, un cotilleo sobre la vida privada de una estrella puede convertirse en parte de su leyenda. Con los años, un artículo de presa rosa se transforma en historia del cine. De la historia que hablaremos ahora han pasado treinta y cuatro años, los suficientes como para que los relatos más pendejos prescriban. Así al menos lo entiende Curtis Armstrong, actor que comenzó su carrera artística junto al por entonces también desconocido Tom Cruise en Risky Business (Paul Brickman, 1983).
Armstrong, que se hizo popular poco después por ser el marrano Booger en Revenge of the Nerds (Jeff Kanew, 1984) y el compañero de Cybill Shepherd y Bruce Willis en la serie Moonlighting, está presentando un libro de memorias titulado Revenge of the Nerd. Como adelanto, The Hollywood Reporter ha publicado un extracto en el que cuenta cómo fueron aquellas semanas de rodaje junto a un extraño joven llamado Tom: "Al inicio de su carrera era un chico tonto, algo torpe e inseguro que seguía interpretando papeles que cualquier jovencito podría interpretar", asegura Armstrong señalando que esta fue la última película en la que Tom Cruise fue, simplemente, Tom.
El texto continúa repasando la perfecta sonrisa de su compañero de reparto y la fijación que tenía por referirse a él por el nombre de su personaje, algo que reconoce que podría haber ocurrido porque Tom nunca supo que se llamaba Curtis. Pero lo bueno llega después, cuando los recuerdos viajan hasta los camerinos de los allí presentes. "El éxito sin precedentes de Cruise fue una sorpresa para mí, pero los perpetuos rumores sobre su orientación sexual fueron completamente desconcertantes", comenta el actor antes de subrayar que, durante el año de rodaje, Cruise y Rebeca de Mornay mantuvieron una relación que no pudieron ocultar al equipo.
El problema es que de Mornay ya tenía a otro hombre en su vida y, cuando Harry Dean Stanton aparecía en la ecuación, Tom se apartaba. Armstrong reconoce que nada de esto interfirió en el trabajo de Cruise y que, de hecho, nunca había conocido a nadie tan ambicioso y disciplinado como la joven estrella.
"Le pregunté al final del día si quería venirse con el equipo al bar a tomar una copa. 'No', me respondió. 'Tengo que madrugar mañana, aun tengo que trabajar, estudiar mis frases y luego me gusta leer un poco la Biblia antes de acostarme'". Con estas declaraciones nadie podría dudar de la pureza de Cruise pero, por fin, en el siguiente párrafo viene el gran giro de guión: "Volviendo tarde una noche, encontré a tres o cuatro muchachas jóvenes, sospecho que casi de veinte años, en la entrada del cuarto de Tom. Recuerdo haber pensado: 'Tom va a estar realmente molesto si estas chicas con ganas de fiesta interfieren con su lectura de la Biblia'. Así que les pregunté, con toda la severidad que me ofrecían mis 28 años, si había algo que yo pudiera hacer para ayudarlas. Me miraron y, en ese momento, la puerta de Tom se abrió y otra chica salió peinándose y bajó por el pasillo mientras la primera en la cola se metía en la habitación de Tom".
Por si no ha quedado claro, Armstrong remata: "Era un joven que sabía mucho sobre cómo manejar su tiempo. Supo cómo mezclar correctamente el estudio de la Biblia y las mamadas de pene. Me fui a la cama solo esa noche pensando que me lo tenía merecido por no ser religioso".
Revenge of the Nerd saldrá a la venta en Estados Unidos el próximo 11 de julio. ¿Esconderá Curtis Armstrong más secretos del resto de ilustres compañeros con los que ha trabajado?
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