JOSÉ MOURINHO: EL SARGENTO DE HIERRO QUE TODOS LOS GERENTES QUISIERAN SER [www.facebook.com/actoresdirectoresguionistas]

El tipo de liderazgo de Mou cuestiona los paradigmas del pasado, habla de forma descarnada, demanda esfuerzo y predica con el ejemplo pero, por la contraria, quiere acabar con la falta de transparencia, provoca conflictos de interés y tiene debilidad por los inversores


Lo amas o lo odias. La indiferencia es posiblemente el peor desprecio profesional que puede sufrir José Mário dos Santos Mourinho (53 años), uno de los mejores entrenadores del mundo... con sus virtudes y defectos. El problema de este tipo especial (The Special One, como se autodefinió ante la prensa británica) es que gran parte del público tiende a confundir los actores con sus personajes, las caretas con los rostros. Bajo el disfraz de arrogancia, el portugués escenifica el papel del villano o del héroe, según el bando de cada cual. En las distancias cortas resulta hasta cariñoso, pero bajo los focos se transforma en un genio de la guerra psicológica. Blando por dentro y cortante por fuera, el caudillo de Setúbal recibe y reparte sinceridad y lealtad. Se banca las iras del rival, lo que alivia a sus jugadores en los momentos de irritación y presión mediática. El poder y la influencia son sus activos, quizá por esto cobra un euro más que la estrella más cotizada de su vestuario. En el ámbito empresarial, Mourinho se identificaría con el ejecutivo creativo de fortísima personalidad. Su perfil sería perfecto para compañías que están reconvirtiéndose, transformándose y creciendo.

La rivalidad con Guardiola será este año uno de los grandes alicientes de la Premier League. Don Pepito y Don José acapararán este año más portadas en la prensa británica que el mismísimo brexit. Ambos son ganadores, tienen las ideas claras, dicen lo que piensan, son transparentes y cuidan como pocos el talento de sus jugadores aseguraron Juan Carlos Cubeiro y Leonor Gallardo en su libro Mourinho versus Guardiola. Dos modelos para un mismo objetivo. En este mismo trabajo, Mercedes Coghen, campeona olímpica en hockey sobre hierba en Barcelona 92, indica que "Mourinho y Pep se caracterizan por su modernidad, ya que utilizan todos los medios que puedan facilitar el crecimiento de los jugadores en cualquier terreno".

De esta forma, las ruedas de prensa de ambos maestros de la comunicación forman parte de los partidos, ya que influyen en las emociones y estas en el marcador. El portugués sabe el titular que quiere ver publicado y lo prepara a conciencia con la dosis de provocación necesaria. Ante las cámaras, habla para los periodistas, para el público, pero sobre todo para su cliente, el presidente o el principal accionista, que es quien le contrata, ya sea Roman Abramovich, un jeque árabe o Florentino Pérez. Según sus propias palabras, el técnico no tiene nada de qué avergonzarse: "Trabajo como un loco, soy honesto, me voy a las siete de la mañana de casa y vuelvo a las siete de la tarde y no tengo vacaciones. Si luego pierdo un partido no veo dónde está el problema".

Mourinho deja la diplomacia a un lado y dispara veneno a cada rato. "Bocazas" era el epíteto habitual en la prensa catalana referido a su persona. Ante el equipo no acepta frivolidades. Los smartphones de los jugadores deben estar siempre en silencio y el que llegue tarde un minuto se queda en tierra en el viaje del equipo. Es conocido que quiere a sus jugadores juntos desde la noche anterior y hasta controla todo lo que comen.

A los 14 años, el inquieto José ya miraba el fútbol como un asunto de análisis. Sólo vistió de futbolista en equipos que no aparecen en los cromos. Su padre jugó de portero con la selección lusa y su abuelo presidía el Vitoria de Setúbal, club en el que ejerció como segundo entrenador. Después se convirtió en traductor de sir Bobby Robson cuando este dirigió el Sporting de Lisboa, el Oporto y el Barcelona. En este último coincidió con el Guardiola jugador. También lo hizo como colaborador de Louis van Gaal, en cuya libreta debía existir mucha doctrina mourinhista. Después entrenó con pobre acierto al Benfica de Lisboa, hasta que cambió su suerte con el Uniao de Leiria, club revelación bajo su mando, y el Oporto, al que hizo campeón de todo, incluida la Champions League. De ahí saltó al Chelsea con el estandarte de director técnico mejor pagado del mundo. Siguió ganando ligas en países diferentes, cautivó en el Inter de Milán con el triplete (Scudetto, Coppa y Champions) y dejó a sus pupilos llorando tras marcharse para entrenar al Real Madrid. Mourinho siempre se posiciona en la rivalidad. En Italia, se convirtió en el Robin Hood de los pobres del Inter frente al poder del Milán de Berlusconi, en Madrid se transformó en el principal anticatalanista y ahora en el Manchester United desafiará a los petrodólares del City y del Chelsea.

Es un líder que maneja una estrategia de presión hacia el contrario, con juego rápido y efectivo, capaz de dirigir a personas diferentes con instrucciones concretas de manera directa y clara. En el mundo de las empresas, el entrenador portugués podría compararse con aquel trabajador, jefe o no, proactivo. Ese que se adelanta a lo que se espera de él. Consigue grandes logros y los mantiene en el tiempo. No obstante, debido a su fuerte carácter y la alta tensión que ejerce sobre los compañeros o subordinados, puede llegar a crear fisuras en los equipos.

Pero Mou es como aquel directivo que detesta las críticas. Es rupturista y su actuación apunta hacia la búsqueda de resultados, aunque eso represente un daño a las personas o al espíritu de equipo. En su opinión, el de Mourinho es un liderazgo provocador que resulta necesario cuando la situación de la empresa requiere tomar decisiones duras, en momentos en los que hay que expandir la empresa o poner en marcha una purga en la planilla para asegurar el futuro de la compañía. Este tipo de liderazgo cuestiona los paradigmas del pasado, habla de forma descarnada, demanda esfuerzo y predica con el ejemplo pero, por la contraria, quiere acabar con la falta de transparencia, provoca conflictos de interés y tiene debilidad por los inversores.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA ESTAFA DEL GANO EXCEL, LATTE 365, GANO CAFÉ, ORGANO GOLD, GANODERMA LUCIDUM, GANO LIFE O GANO LATTE

EL DÍA QUE STEVEN SEAGAL SE CAGÓ EN LOS PANTALONES

SIMON BAKER: "CUANDO LEÍ EL GUIÓN DE EL MENTALISTA POR PRIMERA VEZ PENSÉ QUE NO GRABARÍAMOS MÁS QUE EL EPISODIO PILOTO"