LO CURIOSO: ¿MADRUGAR ES LA CLAVE DEL ÉXITO?

A qué hora se despierta Barack Obama o qué es lo primero que hace la editora de Vogue. Las personalidades -pasado y presente- revelan cómo mejorar el día

Benjamin Franklin dijo una vez: "Acostarse temprano y levantarse temprano hace a un hombre saludable, rico y sabio".  Se habla mucho de los beneficios de ser un "madrugador". Se dice que las personas que comienzan su día por las mañanas son más proactivos y exitosos. Muchos de los directores ejecutivos más poderosos del mundo reconocen que duermen lo necesario y empiezan su rutina muy temprano.

Mark Zuckerberg

El creador y CEO de Facebook lleva una vida normal pese a ser unos de los jóvenes más influyentes del mundo. Asegura que viste todos los días igual porque está muy ocupado y le ahorra tiempo por la mañana. Reveló que tiene 20 camisetas grises con el mismo diseño, muy al estilo del gurú de Apple, el fallecido Steve Jobs.

Barack Obama

En una entrevista con la revista Newsweek, Barack Obama explicó un día típico como mandatario de los Estados Unidos. "Yo soy un ave nocturna. Mi día normal: trabajo por la mañana, llego a la oficina alrededor de las 8:30 hasta las 6:30 pm; luego ceno con la familia, paso el rato con las niñas y las acuesto a las 8:30 pm y luego probablemente leo documentos o escribo hasta las 11:30 pm hasta la medianoche".  

Anna Wintour 

La legendaria editora de la revista de moda Vogue, Anna Wintour, se despierta todos los días a las 5:30 de la mañana para jugar tenis durante una hora, luego recibe a su estilista y minutos más tarde se dirige a su oficina, según recoge el diario The Guardian. 

Gwyneth Paltrow 

La salud es lo primero para la actriz de "Shakespeare in Love" que se despierta a las 4:30 am para practicar yoga. "Realmente no soy una persona de la mañana en absoluto", dijo Paltrow a In Style. "Es sólo pura determinación. Soy muy estricta conmigo misma. Cuando entreno seis días a la semana y como alimentos sanos, me siento mejor". 

Simone de Beauvoir

La ensayista  francesa profesaba no ser una persona de disfrutar la mañana, pero de igual modo lo hacía con una taza de té antes de sumergirse en la escritura.